Tarde intensa y larga de reuniones en el Pignatelli. Hacienda anunciará el próximo lunes que el déficit de Aragón se situó en el 2013 entre el 1,99% y el 2,05%, siete décimas más del tope exigido para la comunidad. A partir de entonces, la Intervención General del Estado elaborará un informe en el que indicará al Gobierno autonómico cuánto debe recortar sobre el presupuesto. Las estimaciones apuntan a que será un dato que oscilará entre 125 y 150 millones, una cifra inferior al desfase total, que rondará los 270 millones de euros. Esto es así porque Hacienda solo exigirá recortar sobre el déficit estructural y no el coyuntural (aquel que se debe a baches temporales o recesiones pasajeras).

El problema es que en estos momentos es difícil estimar dónde se puede recortar sobre un presupuesto ya muy ajustado --precisamente para cumplir con el objetivo que no se ha cumplido-- y en el que apenas hay margen. La preocupación es mayúscula y el propio Gobierno admite que ha sido una sorpresa y un duro varapalo a su gestión el desfase presupuestario, aunque en las declaraciones públicas mitiguen la preocupación existente. Y más cuando la legislatura declina y es época de balance.

ESTUDIO DE LAS ÁREAS La única premisa clara es que no se recortará en gasto de personal. La amenaza sobre los recortes en la paga de los empleados públicos sobrevoló ayer en algunos departamentos pero el desmentido del Pignatelli es tajante: no se tocará ni un euro de los salarios. Una vez conocido el informe efectivo de Intervención, se analizarán las necesidades de cada departamento y se tratará de rascar algún millón en aquellas partidas que no se hayan ejecutado o haya habido incluso superávit (como ha sucedido este año, por ejemplo, con la radiotelevisión, cuya buena gestión económica permitió dejar de gastar 1,5 millones presupuestados).

A priori, y aunque no hay decisiones tomadas, los departamentos que podrían sufrir más los recortes aquellas más saneadas y con menos necesidades de gasto social. Serían Presidencia y Justicia, Política Territorial e Interior y determinadas partidas en Industria y en el Departamento de Obras Públicas, Urbanismo, Transporte y Vivienda.

EDUCACIÓN GASTÓ MÁS Se pretende evitar el recorte en Sanidad y Educación, dos áreas que han sufrido ya continuos recortes y, por tanto, un gran desgaste político al Ejecutivo. Aun así, estas dos áreas han padecido un desvío sobre lo presupuestado. Algunas fuentes apuntan que ha sorprendido y desagradado sobremanera el déficit en Educación, área muy recortada y que, sin embargo, gastó más que el año anterior. Esto ha provocado que se hayan puesto en cuestión algunas políticas aplicadas en esta consejería. De hecho, se revisará el comportamiento de todas las áreas de la Administración autonómica.

La extrañeza es rotunda cuando además se ha seguido desde la Intervención autonómica un exhaustivo control de todos los gastos. Hasta extremos tan escrupulosos que se ha llegado a devolver facturas por estar en discusión tres céntimos.

Pese a la escrupulosidad con la que se han tratado los gastos, la reflexión que ayer se hacían algunos miembros cercanos al Ejecutivo es que no ha servido o se han hecho recortes que han implicado más ruido que un efecto real sobre las cuentas públicas. A ello se le añade un problema: el próximo año los presupuestos serán de transición porque en mayo hay elecciones, y además se deberán recortar más porque en el 2014 el tope máximo de déficit fijado es tan solo del 1%.