El Instituto Aragonés del Agua (IAA) dispone de los datos necesarios para cobrarle el Impuesto sobre la Contaminación de las Aguas (ICA) a todos los hogares y empresas de Zaragoza pero le falta, como mínimo, un contribuyente al que girarle el recibo. Y lo sabe porque es uno de los que más agua gasta en la ciudad: el Ayuntamiento de Zaragoza. Los datos del padrón remitidos en septiembre del año pasado no incluía aquellos referidos a los equipamientos municipales, de manera que no ha podido cobrarle todavía.

Mientras los ciudadanos reciben estos días en sus domicilios la notificación del nuevo impuesto, que grava el consumo, el consistorio no lo ha podido hacer por no haber transferido sus datos, los de sus inmuebles, lo que obligará al Gobierno aragonés a «remitir en los próximos días un nuevo requerimiento». Así lo aseguró a este diario la directora del IAA, Inés Torralba, quien lamentó la «falta de lealtad institucional» mostrada por el consistorio en los últimos años en todo lo referido a este tributo.

¿DEBE PAGAR? // Por su parte, fuentes oficiales del ayuntamiento garantizaron ayer que están «dispuestos a pagar el ICA y, a continuación, recurrir» el cobro. Por el mismo procedimiento que el resto de zaragozanos, sumándose a la iniciativa que está coordinándose a través de la Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza (FABZ) y que lleva más de 7.000 recursos recibidos hasta el momento. Pero también confirmaron que «todavía no se ha pagado» porque, básicamente, «no ha llegado el recibo todavía».

Ni lo hará. Porque el consistorio ya debería haberlo recibido y ahora se abrirá otro debate: el ayuntamiento no paga recibo por el abastecimiento ni por el saneamiento del agua, ¿debería pagar por el ICA? La respuesta del Gobierno aragonés es clara: sí, salvo en los casos en los que la ley contempla la exención. La de la ciudad también parece clara: no debería. La capital aragonesa al menos va a intentar que el agua que consume para llenar las piscinas, para abastecer a sus más de 700 equipamientos públicos o para sus diferentes sedes administrativas se libren del tributo. Porque como no hay recibo de la tasa del agua, tampoco figuraba en el padrón del agua remitido al IAA.

Pero además esta cuestión genera nuevas incógnitas en el ayuntamiento zaragozano: algunos de sus edificios son explotados por empresas en concesiones administrativas; otros como el pabellón Siglo XXI, por ejemplo, tienen una gestión mixta; y otros quizá ni tengan contador actualmente para medir el consumo al milímetro. Al final, su ausencia en el listado influye en que la recaudación por el ICA en Zaragoza vaya a ser de 1,9 millones de euros menos de los 12 que la DGA preveía.