El veloz giro al centro que ha emprendido del Partido Popular tras los malos resultados en las elecciones estatales se sintió ayer en Aragón con fuerza. El presidente de la formación en la comunidad, Luis María Beamonte, anunció su intención de regresar a la «moderación, la centralidad, el sentido común y el respeto a todo el mundo» cambiando la actual imagen de dureza. Por ese motivo fue muy crítico con algunas de las decisiones que han tomado en las últimas semanas. «La irrupción de Vox nos ha obsesionado demasiado y probablemente no debió ser así, probablemente sobraron algunas cosas y sobraron algunas fotos como la de Colón», aseguró en su intervención ante la cúpula del partido en referencia a la manifestación que selló en Madrid la entente cordial de PP, Ciudadanos y la ultraderecha.

Beamonte, que fue recibido con aplausos, defendió una posición moderada y consideró tanto a Ciudadanos como a Vox los enemigos a batir en los próximos comicios. «A veces el discurso no ha sido el más oportuno, nuestro espacio es el de la centralidad, aquí cabe la gente de derechas, conservadora, liberal y hasta la del centroizquierda que ha veces no se encuentran identificadas», indicó al asumir que estos meses han sido «de notable desorientación».

Estas reflexiones llegan cuatro días después de una noche electoral en la que los populares recabaron un 43% menos de votos que en las elecciones generales del 2016. Aunque Beamonte insistió en que los resultados de estos comicios «no son extrapolables» a los de la comunidad ni a los de los ayuntamientos. «Tenemos que huir de cualquier radicalismo, desde que asumí la presidencia he reivindicado en muchas ocasiones ese espacio de centro» puntualizó, hasta el punto de considerar que fuera de ese lugar lo único que se encuentra es «cierta soledad».

A pesar de la rotundidad con la que los populares aragoneses se han desmarcado del mensaje lanzado por el líder estatal Pablo Casado, garantizó la lealtad al proyecto que han puesto en marcha desde la dirección. «Hemos pagado el peso de varios años, también la corrupción y la crisis, no se ha perdido todo en los últimos meses», le defendió.

Así, Beamonte señaló que se alegró «de la reubicación de mensaje propuesto por Pablo Casado» en la reunión de líderes que se celebró el pasado martes para analizar los resultados. El panorama, según el dirigente aragonés, será positivo por la diferencia en el reparto de fuerzas que se produce en el ámbito autonómico y local. «Estoy convencido de que vamos a gobernar en la comunidad autónoma y en las principales instituciones», algo que lograrán si no se centran en los pactos y salen «a ganar».

El mensaje apela al optimismo tras el cambio de color de los mapas del azul al rojo. «Hemos atravesado desiertos y hemos llegado a la victoria, nos hemos repuesto de muchas caídas y ahora tenemos una nueva oportunidad», por lo que insistió en «salir a ganar y combatir sin miedo a los adversarios» desde la centralidad a la que apelan en la actualidad.

La receta que propone para la nueva campaña electoral es la de conectar de nuevo con el territorio, algo que les pidió a los candidatos. «La volatilidad política es fruto de una sociedad avanzada», dijo. Y repitió que la extrapolación de los resultados nacionales es «un error» al señalar que en Aragón «entran en liza dos partidos más», en alusión al Partido Aragonés y a CHA. Además avanzó la «bajada de Vox y de Ciudadanos, y la subida en intención de voto del Partido Popular», insistiendo en llamar a los suyos a «recorrer el territorio para estar con la gente y con los problemas que de verdad les preocupan».

Para terminar, consideró que la elección del lema nacional de campaña Centrados en tu futuro, y del autonómico Piensa en Aragón son «la evidencia del espacio de equilibrio y moderación que los candidatos populares trasladarán a los aragoneses durante las tres semanas de campaña que quedan por delante».

La receta será «hablar de cosas concretas» frente a las políticas que ha realizado el PSOE con el apoyo de Podemos. Esto implicará denunciar la gestión realizada con el carbón, o con las listas de espera o con las infraestructuras. «Creemos en un Aragón pujante, en el pacto y en no vendernos a cualquier precio», indicó. Tras media hora de análisis y autocrítica, fue despedido con los militantes puestos en pie.