José Bono ya no es presidente de Castilla-La Mancha. Por medio de una carta que ha remitido al presidente de las Cortes autonómicas, Bono anuncia su nombramiento como ministro de Defensa, cargo que ha aceptado "por lealtad al presidente del Gobierno", José Luis Rodríguez Zapatero, pero también comprometiéndose a seguir defendiendo los intereses de su tierra.

"Mediante el presente escrito formalizo mi dimisión como presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y como diputado, ya que dichos cargos legalmente son incompatibles". De este modo dice Bono adiós a las Cortes de Castilla-La Mancha, que en seis ocasiones le han investido presidente y a las que quería transmitir mediante la carta y antes de tomar posesión en el Ministerio de Defensa "los sentimientos que acompañan a mi renuncia".

LEALTAD Explica Bono en la carta que ha tomado una decisión "sosegada", pero "difícil". "Ojalá el tiempo nos diga que fue acertada. En mi caso ha estado guiada por el sentido de la responsabilidad y por mi lealtad al presidente del Gobierno", explica Bono, que considera que pondrá todo su afán "al servicio de donde más útil puede ser".

"Quienes me conocen saben que he hecho bandera del patriotismo, que no conoce ni tiene fronteras entre España, mi patria, y mi región, Castilla-La Mancha", añade. Bono considera que no tiene por qué haber un adiós, como no lo hubo cuando dejó de ser diputado para convertirse en candidato a la Presidencia de Castilla-La Mancha. "He caminado siempre con el mismo rumbo y en la misma dirección: el interés general de los españoles y la lucha por la igualdad", asegura un Bono convencido de que "los castellano-manchegos saben que mi renuncia al cargo de presidente no me priva de mi condición de castellano-manchego de la que ellos me han hecho sentirme orgulloso".

"Aquí nací, aquí voy a vivir, aquí está mi familia, mis amigos de siempre y la fuente principal donde manan las nuevas amistades", añade Bono, quien dijo que a partir de ahora defenderá los intereses de sus conciudadanos "junto con el interés general de la España en la que creo".

"A Castilla-La Mancha como comunidad autónoma la he visto nacer, la hemos alumbrado entre todos. En cierto modo es hija nuestra", añadió, aunque dijo que ya no le corresponde la tarea de "llevar el timón".

"Ahora y mientras viva, aspiraré a ser digno hijo de la tierra de mis padres, en la que nací y a la que quiero. Por muchos años que Dios me dé de vida, serán escasos para agradecer todo cuánto le debo", dijo.