La consejería de Hacienda tiene ya muy avanzado el Plan de Reequilibrio Financiero, que supondrá un ajuste de 80 millones de euros, correspondientes al llamado déficit coyuntural, que acumula la comunidad, tras incumplir el objetivo marcado por el ministerio. El ajuste equivaldrá a un recorte lineal en todas las consejerías de en torno al 2%. Aunque se están estudiando otras medidas adicionales para evitar que se repitan los desfases presupuestarios.

Campoy se ha reunido ya con el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta. Ambos han acordado que el recorte solo tiene que ser de 80 millones de euros, que corresponden al déficit estructural de Aragón, y que tiene su origen en el gasto sanitario. Hacienda da por hecho que el plan de reequilibrio financiero que remita al ministerio será aprobado. Se trabaja en diversas proyecciones económicas.

GASTO SOCIAL El objetivo es llegar a los 80 millones, así que el ajuste lineal a todos los departamentos es la opción más plausible. Las consejerías han remitido a Hacienda las partidas en las que creen que debería recortarse, y Campoy se ha reunido con la mayoría de los titulares de las carteras para explicarles sus prioridades. Esta podría ser la fórmula en la mayoría. Las excepciones son Sanidad, Educación y Agricultura --por depender de los fondos europeos--. En estos casos, los ajustes estarán más medidos y se salvaguardará, en la medida de lo posible, el llamado gasto social.

Campoy explicará las líneas maestras de su actividad en la consejería el próximo miércoles en las Cortes. Desde que fue designado su trabajo ha sido intenso en el seno del departamento. Se han estudiado diferentes medidas para que el control del gasto sea mucho efectivo y atajar desviaciones como las que sucedieron en el 2013. Además del ajuste del 2% en todos los departamentos se están buscando vías para establecer cortafuegos al llamado gasto ineficiente.

Aunque la prioridad serán esos 80 millones de euros, los técnicos de Hacienda, con los que Campoy ha mantenido largas reuniones, creen que todavía hay margen para recortar gastos. Todo aquello que se considere improductivo o superfluo quedará aparcado. Se aplicará a rajatabla el plan de control y el seguimiento que se hará será férreo y continuado en lo que queda de legislatura. Las proyectos que manejan en el Gobierno, según fuentes de Presidencia, apuntan a que se podrían ahorrar hasta 254 millones de euros, que son los de la desviación global del déficit del pasado 2013.

Con la experiencia del pasado ejercicio, la presidenta del Gobierno de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, ha marcado como prioridad no caer en los mismos errores. Así que, en previsión de que el gasto sanitario vuelva a desviarse, algo que se da por hecho, se reducirán los gastos en todas las consejerías al máximo. El margen es reducido, pero existe, explicaron ayer desde el Ejecutivo, capacidad para ahorrar más.

También se están estudiando medidas para mejorar los ingresos. Las anunciará Campoy en las Cortes este miércoles. Se seguirá, además, con las desinversiones en el sector empresarial público, e intentará acelerarse al máximo el proceso de reestructuración. Se descarta el incremento de la presión fiscal, y menos aún a un año de las elecciones. Pero en el Pignatelli son conscientes de que los ingresos siguen sin subir, pese a que lo peor de la crisis parece haber pasado. Al menos en términos macroeconómicos.