El Ayuntamiento de Zaragoza podría recuperar la colaboración del arquitecto catalán Ricardo Bofill para proyectar el el nuevo estadio que se construirá en La Romareda y que sustituirá al actual campo, inaugurado en los años 60 y aquejado de vejez y múltiples deficiencias.

En el 2002, Bofill ganó el concurso convocado por el consistorio --regido entonces por el PP-- para diseñar el estadio que según los planes de los populares y del PAR iba a construirse en el futuro barrio de Valdespartera. En el solar libre que dejaba La Romareda se construirían mil pisos de lujo en unas torres dibujadas por el estudio de Cano Lasso, que también ganó un concurso convocado para reordenar estos suelos.

Tras las elecciones del 2003, los populares cedieron el Gobierno municipal a PSOE y CHA, y tanto el plan de Cano Lasso como el proyecto de Bofill, ya pagado, se descartaron.

RENTABILIZAR EL GASTO Fuentes municipales indicaron ayer que la posibilidad de que Bofill se haga cargo del nuevo campo de fútbol previsto en La Romareda "es una opción a contemplar", que permitiría, además, rentabilizar el dinero gastado en el estadio de Valdespartera, encerrado ahora en un cajón.

El premio del concurso de arquitectura mencionado era, precisamente, el encargo del proyecto constructivo, que costó al ayuntamiento medio millón de euros.

El diseño, un campo clásico presupuestado en unos 48 millones de euros (8.000 millones de pesetas), no se corresponde con el concepto de estadio moderno y multifuncional preconizado por PSOE y CHA, pero el despacho de Bofill podría modificar la idea inicial.

Los modelos barajados serían el alemán Arena AufSchalke, inagurado en el 2001 en la ciudad de Gelsenkirchen, y el Amsterdam Arena, del equipo holandés Ajax. El primero costó 192 millones de euros.

Pese a barajar el nombre del Bofill, el ayuntamiento no descarta convocar un nuevo concurso.