La apertura del año judicial en Aragón, celebrada ayer en el Tribunal Superior de Justicia de la comunidad, tampoco se libró de la influencia de los actuales acontecimientos en Cataluña.

El presidente del tribunal, Manuel Bellido, dedicó buena parte de su discurso al tema, y arrancó aplausos al mostrar su «respeto y apoyo a los jueces, fiscales, letrados de la Administración de Justicia, funcionarios y fuerzas del orden que, pese a sufrir presiones inadmisibles en un Estado de Derecho, están defendiendo en Cataluña la Constitución, el ordenamiento jurídico y los derechos de los ciudadanos».

Bellido analizó prácticamente al comienzo de su alocución el «momento político y social particularmente difícil» que atraviesa España, en el que «se está cuestionando el marco constitucional de convivencia que nos dimos los españoles hace ya cuatro décadas para vivir en libertad».

Un sistema que hoy, «partiendo de una versión tergiversada de la democracia», expuso el presidente del TSJA, «hay quienes pretenden vulnerar», basándose en una mayoría parlamentaria en la comunidad vecina.

Como magistrado, Bellido se remitió al Tribunal Constitucional, que ha señalado que en el Estado que configura la Carta Magna «no cabe contraponer legitimidad democrática y legalidad constitucional en detrimento de la segunda», porque la legitimidad consiste en atenerse a la Constitución y al ordenamiento jurídico.

«Es frecuente escuchar a quienes, supeditando el principio de legalidad a un supuesto principio democrático, afirman que los deseos de la ciudadanía prevalecen sobre la ley, a la vez que se atribuyen la función de oráculos de esa supuesta voluntad ciudadana», expuso Bellido. «Con rotundidad y sin complejos esta afirmación debe ser rechazada, porque la democracia y el principio de legalidad son inseparables», subrayó.

JUECES

Frente a todo esto, el papel de los jueces en el sistema ha de estar claro, añadió, como dijo el presidente del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes. No es otro que «asegurar los derechos reconocidos en la Constitución y en las leyes, especialmente con relación a aquellos que puedan sentirse amenazados por el legítimo ejercicio de esos derechos». Y a su vez, «amparar a todos los servidores públicos» encargados de hacer cumplir la ley.

Pese al panorama, Bellido concluyó su discurso con un mensaje de optimismo para los días que están por venir. «A pesar de la entidad del desafío planteado a la legalidad constitucional, y al temor que la sensación de incertidumbre genera en la sociedad, no debe cundir el desánimo».

«Nuestro Estado de Derecho es sólido, está amparado por la razón y la Justicia, y por la voluntad de la mayoría de los ciudadanos que quieren vivir en paz y libertad. Estos valores solo pueden ser garantizados desde el respeto a la ley», aseguró Bellido, quien citó a Cicerón al afirmar que «somos servidores de las leyes para poder ser libres».

El presidente del TSJA afirmó que los integrantes del Poder Judicial son «conscientes de lo que está en juego, y defenderemos la Constitución Española y el ordenamiento jurídico con prudencia y con firmeza, haciendo honor al juramento o promesa que en su día prestamos».