Las terribles tormentas registradas ayer en la provincia de Zaragoza dejaron un saldo de tres víctimas mortales y cerca de 20 personas rescatadas. El suceso más trágico se produjo en Tauste, donde un hombre de 57 años desapareció después de que la corriente desbordada del río Arba lo arrastrara cuando los bomberos intentaban rescatarlo.

La tragedia ocurrió a las cinco de la tarde. Efectivos del Cuerpo de Bomberos de Zaragoza habían acudido al municipio para evacuar a un joven que estaba aislado en una granja y que se vio obligado a subir al tejado ante la crecida de las aguas. Justo después descubrieron que Félix Sastrón, un agricultor de 57 años que vive con su madre en una zona conocida como Huerta Caetano --a las afueras de Tauste--, se encontraba solo e incomunicado. Pocas horas antes, su madre había sido rescatada en una huerta.

Mientras decenas de vecinos y autoridades --incluido el alcalde, José Luis Pola-- se agolpaban frente a los campos anegados, los bomberos se dirigían a pie hacia la casa del desaparecido a fin de comprobar qué medios hacían falta para la evacuación de Sastrón. Según explicó in situ a EL PERIODICO DE ARAGON el sargento de Bomberos Eduardo J. Sánchez, el hombre no quería salir de su casa al principio "alegando que se encontraba bien y que tenía comida suficiente". Pero los efectivos decidieron regresar al inmueble en una zodiac . Entonces se consumó la desgracia. "Cuando estábamos a unos cien metros de la casa, él se ha visto valiente y ha salido hacia nosotros. Ha resbalado y la corriente se lo ha llevado. Si hubiera permanecido donde estaba, lo habríamos sacado. Ahora, la esperanza de encontrarlo con vida es casi nula". El delegado del Gobierno, Javier Fernández, señaló que en anteriores inundaciones el desaparecido ya se había negado a abandonar su casa.

Posteriormente, dos buceadores y un helicóptero iniciaron en vano las labores de búsqueda del cuerpo. A las siete de la tarde, los efectivos salían de los campos con gesto contrariado y daban por finalizado su trabajo hasta hoy. Las primeras hipótesis apuntan a que el cuerpo podría encontrarse en una zona "de gran riesgo" donde se concentran materiales arrastrados por el agua.

Pero además, dos personas murieron en un accidente de tráfico que ocurrió al colisionar dos furgonetas en la carretera ZP-1147, en el término municipal de Alcalá de Ebro. Los fallecidos, en el que también hubo dos heridos leves, son O. V. S., de 58 años y vecino de Zaragoza, y M. V. A. de 29 años y residente en Gallur. Los dos heridos viajaban en un tercer vehículo que no pudo frenar a tiempo para evitar la colisión. Aunque la Delegación del Gobierno aseguró que la carretera estaba en buenas condiciones, la fuerte tromba de agua pudo influir en el accidente.

Además, otras dieciocho personas fueron rescatadas en Alagón, Artieda, Santa Engracia y Pradilla.