NACIO EN ESPLUS (HUESCA), EN 1960.

CARGO DESDE EL 2003 ES CONSEJERA DE EDUCACION, CULTURA Y DEPORTE DE LA DGA. ANTERIORMENTE TAMBIEN OCUPO LA CARTERA DE CIENCIA.

ESTUDIO MAGISTERIO E INICIO SU CARRERA COMO CONCEJALA EN SU LOCALIDAD NATAL, EN 1983. ENTRE 1987 Y 1995 SE ENCARGO DEL AREA DE CULTURA Y EDUCACION DE LA DPH.

--En enero de 1999 era concejala del Ayuntamiento de Esplús. ¿Cómo vivió el proceso de traspaso de competencias educativas?

--Con la sensación de que ya era hora de que Aragón recibiera unas competencias tan importantes.

--Tras las elecciones de junio de ese año, PSOE y PAR formaron Gobierno. Usted era la número dos en el Ayuntamiento de Huesca. ¿Se vio con posibilidades de ser consejera entonces?

--No.

--¿Conocía a María Luisa Alejos-Pita, la elegida para dirigir Educación?

--Sí, a Marisa la conocía desde hacía tiempo. De hecho, en aquellas elecciones figuraba en la misma lista que yo, aunque en un puesto sin posibilidades de salir elegida. Es una mujer muy activa y con un gran empuje.

--Tras la dimisión de Alejos-Pita, ¿cómo le convenció Iglesias para enrolarla en un departamento con tantos frentes abiertos?

--Acepté enseguida. Me convocó en el Pignatelli y mientras iba en mi coche desde Huesca hasta Zaragoza fui haciéndome a la idea de que a lo mejor me iba a proponer ser consejera. Había oído rumores, pero hasta que no me lo dijo...

--¿Qué se encontró en la consejería nada más aterrizar? ¿Qué fue lo que más le llamó la atención?

--Quizá la relación con los medios de comunicación. Aquí todo el mundo está pendiente de cualquier decisión que tomes.

--En abril del 2002 tuvo que arrogarse el papel de ser la consejera que financió Infantil en los colegios concertados. ¿Fue un mal trago?

--No. Sabíamos que iba a tener mucha repercusión, pero estábamos tranquilos porque era una decisión del Gobierno de coalición que tarde o temprano había que tomar. Hubiera tenido más quebraderos de cabeza si no hubiéramos hecho un esfuerzo económico con la escuela pública, pero no era el caso.

--¿Qué fue lo peor de aquellos días?

--Sentir que estaba en el ojo del huracán, que todo giraba en torno al departamento. Pero el Gobierno se mostró coherente, sin fisuras.

--De hecho, a pesar de ser la consejera a la que la escuela pública le planteó una huelga ha repetido en el cargo. ¿Eso es valentía o cabezonería?

--Ninguna de las dos cosas. Puedo repetir porque esta consejería ha hecho un esfuerzo muy importante con la escuela pública y porque financiar Infantil en los centros concertados no es algo de lo que haya que arrepentirse.

--¿Desgasta mucho estar al frente de Educación?

--Sí. Puedes tomar dos posturas: la de Rajoy, que nadie se acuerda de que fue ministro de Educación, o tomar decisiones con el riesgo que conlleva.

--En los últimos meses no ha habido manera de cerrar un acuerdo con los sindicatos, salvo el de las plantillas para el curso que viene. ¿Qué está pasando?

--Quizá que los sindicatos tenían un protagonismo excesivo del que ahora no gozan, porque se había confundido negociación sindical con participación educativa. Los sindicatos deben estar presentes cuando se discutan asuntos laborales del profesorado, pero hay otras cuestiones que no les atañen y en las que antes intervenían.

--Su hija va a un colegio público porque...

--Porque yo estudié en un privado. Tenía claro desde hacía tiempo, antes de ser consejera, que en Huesca los colegios públicos son más dinámicos y más innovadores y tienen las miras más amplias.

--¿Qué planes tiene para este mismo curso?

--Ahora mismo, lo más inmediato es el desarrollo normativo de la LOCE. Tenemos por delante la prueba extraordinaria de la ESO, la selección de los directores... Además, queremos solucionar de alguna manera el fracaso escolar, a pesar de ser de que Aragón está por encima de la media nacional. Estamos en contacto con los directores de los institutos para ver qué podemos hacer. Una de las posibilidades es reforzar la tutorización de los alumnos de Secundaria que desde la segunda evaluación tienen problemas para salir adelante. Otra alternativa que quiero poner en marcha es ampliar el horario en Secundaria, algo que me parece fundamental desde el punto de vista educativo y social (ahora no hay clases por las tardes).

--¿Van a cambiar las zonas que se utilizan en Zaragoza para la admisión de alumnos?

--Se está trabajando en ello, pero es un tema complicado.

--¿Qué otros retos tiene para esta legislatura?

--Muchos. Quiero introducir algunas mejoras en el programa de apertura de los centros, potenciar el bilingüismo y las nuevas tecnologías, entre otros.

--¿Y sobre la llegada masiva de inmigrantes?

--Más que un reto, es un fenómeno natural. Al final, todos los colegios tendrán alumnos inmigrantes y será algo normal. No me gusta cuando alguien dice que hay que repartir a los inmigrantes entre todos los centros. No se trata de repartir, sino de que elijan, como hacen otros, el colegio que quieren.

--¿En qué se nota que Aragón gestiona la enseñanza?

--En la cantidad de recursos económicos que ha invertido la DGA durante estos años, que han construir 29 centros, entre otras cosas.