El espectacular descenso del precio de los vuelos debido a la irrupción de nuevas compañías en aeropuertos pequeños ha convulsionado el mercado de los viajes. Este factor, junto con la progresiva utilización de internet para adquirir billetes, ha provocado recelos entre las agencias e interés por parte de las administraciones aragonesas, que ven en estas aerolíneas la llave para abrir Zaragoza y su aeropuerto a nuevas posibilidades de negocio.

El ejemplo de Cataluña está muy cerca y tanto el Gobierno de Aragón como el ayuntamiento de la capital aragonesa lo conocen. El año pasado, el aeropuerto de Gerona experimentó un aumento de pasajeros del 160% e inauguró ocho nuevos trayectos, lo que ha provocado el regocijo del sector hostelero. El crecimiento de usuarios del de Reus fue del 10%, pero es que las compañías aéreas de bajo coste empezaron a operar en abril. Sólo las dos líneas de Ryanair (a Londres y Frankfurt) y las dos de Hapag Lloyd Express (a Colonia y Hannover) aportaron 81.626 pasajeros. En el 2002, el aeropuerto de Zaragoza registró 228.000 pasajeros, ni siquiera el triple.

Estas cifras han despertado el interés del consistorio, y el alcalde, Juan Alberto Belloch, ha manifestado varias veces en público la necesidad de que el aeropuerto de Zaragoza forme parte de los circuitos internacionales. De hecho, Belloch espera que AENA (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea) agilice las mejoras y la expansión del aeropuerto para este año en el que se va a decidir la sede de la Exposición del 2008.

La DGA también ha entrado en juego y ha mantenido contactos con responsables de una de las compañías de bajo coste, aunque de momento no se ha cerrado ningún acuerdo para que empresas como la irlandesa Ryanair o Easyjet empiecen a operar en Zaragoza.

MALESTAR EN LAS AGENCIAS Este fenómeno atrae a los viajeros, a los comerciantes e incluso a las administraciones, pero ha caído como un jarro de agua fría sobre las agencias de viajes. Algunas de ellas ya reconocen incluso pérdidas económicas, ya que muchas de estas compañías de bajo coste venden sus billetes directamente por internet.

"El sector está revolucionado, porque estos vuelos tirados de precio nos están haciendo daño", reconoció a este diario la responsable de una agencia de viajes nacional afincada en Zaragoza. "Desde hace casi un año hemos notado repercusiones económicas, y es que un buen número de viajeros, incluso nuestros tradicionales clientes de empresa, están desplazándose a Reus para coger vuelos a Londres", añadieron las mismas fuentes.

Desde otra agencia se destacó el tira y afloja constante que mantienen con las compañías aéreas. "Nos han bajado la comisión, pero se ha suplido con una nueva tasa que tiene que pagar el usuario".