El temporal de frío y nieve que el pasado domingo colapsó las carreteras del norte de España amainó ligeramente ayer pero dejó paso a un encrespado cruce de acusaciones. Los miles de conductores que sufrieron descomunales atascos en Castilla y León reprocharon a las administraciones la falta de previsión. Mientras, el Gobierno insistió en que desde el día 23 se había avisado de la llegada del temporal. A su juicio, los automovilistas fueron imprudentes ya que el 70% cometió la "grave irresponsabilidad" de no llevar cadenas a pesar de las advertencias. Eso sí, en ningún momento explicaron cómo habían calculado el porcentaje, aunque lo calificaron de "oficial".

La nevada del pasado domingo provocó que más de 3.000 automóviles se quedaran atrapados en la carretera de Burgos (N-1). En total, fueron trasladadas a improvisados albergues unas 5.000 personas. El bloqueo en la provincia de Burgos fue de tal calibre que el Ejecutivo decidió movilizar al Ejército.

Ayer, un día después del caos, hasta el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quiso dejar claro que el Ejecutivo realizó "todos los esfuerzos" para restablecer la normalidad en las carreteras.

En la misma línea, los máximos responsables de Protección Civil, Celia Abenza, y de la Dirección General de Tráfico (DGT), Pere Navarro, convocaron una rueda de prensa para informar de lo ocurrido. Ambos destacaron que el dispositivo fue mayúsculo. Según sus datos, se movilizaron 125 máquinas quita-nieves en Burgos, León y Madrid. En esas mismas provincias, se destacaron más de 1.600 agentes de la Guardia Civil. Los dos responsables recordaron que la alerta comenzó el día 23 y que el 25 se desaconsejó viajar si no se llevaban cadenas.

A la hora de buscar responsabilidades, Abenza se mostró clara: "El 70% de los conductores no llevaban cadenas, lo cual nos parece una grave irresponsabilidad".

SENTIDO COMUN Y LA PROVINDENCIA Fuentes de Protección Civil aseguraron que el dato del 70% era "oficial", aunque no detallaron cómo se había llegado a esa conclusión. "Además de las recomendaciones, parece de sentido común --añadió Abenza-- que ante una nevada tan impresionante no se saliera a la carretera sin ir provisto de cadenas confiando sólo en la provindencia".

Las asociaciones de conductores no quisieron responsabilizar a ningún organismo del atasco. Sin embargo, el responsable de seguridad vial del RACE, Antonio Lucas, reclamó una investigación para saber cómo y por qué se desencadenó el caos y destacó que "3.000 conductores no se meten sin cadenas en una carretera si saben que es obligatorio llevarlas. Es una cuestión de seguridad". ¿Cuándo se informó a los usuarios? ¿Antes o después de estar atrapados?", se preguntó.

Por último, el responsable del RACE subrayó que los automovilistas no creyeron que fueran necesarias las cadenas ya que muchos utilizaron una autopista de peaje, la AP-1, que "se supone que da especiales garantías de seguridad".

Por último, el PP quiso entrar en la polémica. Según el senador Juan José Ortiz, "el Gobierno no debe limitarse a informar y dejar toda la responsabilidad a los ciudadanos". Sin embargo, en diciembre de 1997, tras una gran nevada, el ministro Francisco Alvarez-Cascos (PP) no dudó en responsabilizar a los conductores del monumental atasco.