"El balance este año es bueno, nosotros tenemos suerte pero en el sector musical hay bastantes problemas, muchas compañías han tenido que bajar los precios porque los ayuntamientos han rebajado los presupuestos y dejan a las orquestas a un lado. En vez de gastar 30.000 euros en orquestas, invierten 18.000 en llevar discomóviles. Aún así, los días grandes de las fiestas sí que quieren orquestas porque no es lo mismo una persona pinchando música que lo que ofrecemos nosotros: música en directo, coreografías y gente cantando y bailando. Hay que decir que las orquestas que tienen calidad siguen trabajando a buen ritmo".