Las ferias del parque zaragozano de Torre Ramona estarán listas para celebrar el día de Aragón, San Jorge. Ayer, un ingeniero del área de Urbanismo y conocido de los feriantes, accedió a firmar la autorización. Lo hizo in extremis y después de que Servicios Públicos llevara varios días intentando encontrar una solución que, al final, ofrecieron los propios feriantes. Fueron estos los que propusieron su nombre ya que, años atrás, había firmado licencias para este tipo de actividades.

El responsable de Servicios Públicos, Alberto Cubero, admitió que no es una solución definitiva. Desde el procesamiento de Cubero y el jefe del departamento municipal, Enrique Asensio, por indicios de responsabilidad en el accidente de la carpa de la Oktoberfest en el que resultó gravemente herida una mujer, ningún ingeniero de la casa quiere asumir la responsabilidad de firmar licencias de estas características, como exige el juez. Y el área competente para hacerlo en la mayoría de los casos, Servicios Públicos, no tiene esta figura.

MÁS PERSONAL / Actualmente, se encuentra en tramitación la contratación de un ingeniero, seleccionado de la bolsa de empleo y que trabaja de operario y que «en cuestión de días» pasará al área de Servicios Públicos. En su manuel de funciones -listado de competencias- se incluirá la inspección en el terreno de las instalaciones, algo que hasta ahora no se hacía.

Lo cierto es que una única contratación tampoco «será suficiente» ni solucionará el problema al que se enfrenta el Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC), confesó Cubero. Sin embargo, por ahora no moverá ficha. No lo hará hasta que la justicia se pronuncie de forma definitiva. «Si se mantiene en la línea de que debe ser un ingeniero municipal el que revise las instalaciones no será suficiente para atender el volumen que se genera, por ejemplo, en las fiestas del Pilar», explicó el responsable.

En caso de que el juez mantenga esta exigencia, el Gobierno de la ciudad se dirigirá a la DGA para que modifique el decreto que rige cómo deben realizarse las inspecciones con el fin de que lo flexibilice y lo adapte «a la realidad de los ayuntamientos», declaró el concejal.

Para Cubero, la situación que se ha generado en la ciudad con las ferias del parque Torre Ramona y el barrio rural de Movera es fruto de la «indefensión» que sufre el consistorio. Hasta ahora era suficiente con tener el informe de un ingeniero, pero «la justicia está haciendo una interpretación diferente generando una situación de indefensión y precariedad» porque el ayuntamiento, dijo, no tiene capacidad para cumplir la premisa de que sea uno municipal el que revise cada una de las instalaciones antes de otorgar la licencia de apertura correspondiente.

Los feriantes han sido los más perjudicados. Inicialmente tenían permiso para poner en marcha sus 19 atracciones el miércoles y no será hasta hoy por la tarde o mañana cuando puedan hacerlo.

«Nosotros no tenemos que sufrir las consecuencias de sus problemas internos. Si es un ingeniero municipal el que lo tiene que revisar, que lo busquen. Lo mínimo es tenerlo», declaró el vocal de la Asociación de Feriantes, Miguel Ángel Escartín.

Para los feriantes, «lo que hemos vivido no es propio de una ciudad como Zaragoza». Escartín aseguró que lleva años yendo de ciudad en cuidad montando su casetas y nunca antes se había encontrado en esta situación.

Los propietarios de las 19 atracciones llegaron el martes a Zaragoza desde distintas ciudades. En total, 12 familias han estado acampadas con sus camiones en la explanada de Torre Ramona sin toma de agua, ni luz porque hasta que no consiguen la licencia de apertura, el consistorio tampoco les ofrece estos servicios.