La candidata de Izquierda Unida a las Cortes de Aragón Marga Deyá defendió ayer la vocación internacionalista y solidaria de su formación frente a «una Europa fortaleza, con concertinas en las fronteras y un Mediterráneo como fosa común». La número dos en las listas por Zaragoza informó de las propuestas de su formación en materia de cooperación y lamentó la «persecución» que sufren los «barcos de la vida» que intentan cruzar el mar frente el acogimiento recibido por «los de la muerte», en relación a los del transporte de armas.

Según explicó, «la solidaridad, entendida por nosotros como corresponsabilidad, nos dice que el espacio local y autonómico no puede ser ajeno a lo que sucede en un planeta que afronta desafíos globales urgentes como el aumento de la concentración de la riqueza y de las desigualdades, del vaciamiento de la democracia y del cambio climático».

Por esta razón, defendió que la propuesta de IU de negociar «contrataciones responsables» desde la instituciones que excluyan a empresas que vendan armas, favorezcan la violación de derechos humanos o que operen en paraísos fiscales.

Además, la candidata apostó por un desarrollo humano sostenible basado en la aplicación de la Agenda 2020 de forma transversal en todas las áreas de gestión institucional, y un compromiso de implicar a los movimientos sociales en la acción de Gobierno. Deyá reivindicó, asimismo, una política educativa «por la solidaridad, la cooperación y la paz», y condenó la «inacción» que se ha producido frente a las situaciones vividas en el Sáhara y en Palestina de las instituciones europeas, a la que responsabilizó de «lavar la cara» a Israel mediante su participación en Eurovisión.