El alcalde accidental de Zaragoza, Alberto Cubero, hizo ayer las primeras valoraciones a la fuerte tormenta sufrida en la ciudad el pasado domingo para asegurar que las consecuencias vividas son las «habituales» en las condiciones que se dieron. Especialmente por el viento, dijo, y respondiendo a los grupos de la oposición y los vecinos que, a raíz de lo ocurrido, le recuerdan la urgencia de un plan de poda urgente que reduzca la copa de los árboles de gran porte. «Eso no asegura que no se caiga con rachas de 115 kilómetros por hora», afirmó. «Se caen en Zaragoza, Madrid y en Singapur», añadió.

El edil de Zaragoza en Común (ZeC) recordó que las afecciones no se dieron únicamente en el arbolado, ya que se han registrado daños también «en cornisas, mobiliario, semáforos, techos de edificios...», relató. Así que se limitó a resaltar que no ha habido daños personales que lamentar y «agradecer la labor de los servicios municipales, que trabajarán aún durante varios días para que la ciudad esté en perfecto funcionamiento». Y aprovechó para recordar que los pliegos de la nueva contrata de parques, podría reducir «a la mitad» una ratio ordinaria que hoy es de «siete años».

«Son graves las declaraciones del Gobierno restándole importancia cuando ha habido daños cuantiosos», remarcó la concejala del PP María Jesús Martínez del Campo, quien criticó que ZeC se quede «de brazos cruzados» mientras «se le ha pedido un plan especial de poda varias veces».

El socialista Roberto Fernández también urgió «un potente plan de poda» a ZeC. Consideró que la evidente «necesidad» se ha visto afectada por «la particular pelea por municipalizar un servicio a presión y el poco interés en gestionar el día día». Y criticó que en los pliegos de la futura contrata «no se regula la poda y se deja al libre albedrío de las empresas esta labor crucial».