El presidente de la DGA, Javier Lambán, apostó ayer durante la sesión de control al Gobierno en las Cortes por «pasar a los hechos» con Endesa y su matriz Enel en cuanto al anunciado cierre de la central térmica de Andorra, tras haber dedicado ya epítetos como «obsceno» al discurso de la empresa, cuyos dirigentes en Italia no tuvieron problema en reconocer que, sin subvenciones, no les interesaba mantener la instalación abierta. El presidente del Ejecutivo aragonés apostó por superar ya las palabras y «exigir el plan más ambicioso y comprometido» que sea posible.

Así lo expuso Lambán en una respuesta a la diputada de Izquierda Unida, Patricia Luquin, quien le interpeló respecto a las acciones con carácter de urgencia que piensa llevar a cabo el Gobierno de Aragón respecto al cierre. Estrictamente en cuanto a estas no hubo mucha novedad, dado que anteayer el presidente ya intervino, a petición propia, dedicando toda su participación a este asunto.

VISITAS

Lo que sí avanzó Lambán ayer es que tiene intención de visitar Andorra, «la semana que viene si tengo oportunidad», para llevar «algún tipo de noticia tranquilizadora» a la zona. No lo hará con la ministra de Transición Energética, Teresa Ribera, porque según dijo ayer a Luquin, aún no está fijada la fecha en la que visitará la zona. Pero cuando lo haga, advirtió, llegará con un plan concreto o cuanto menos perfilado. «La visita de la ministra no tiene que ser para informarse de nada, sino para transmitir acuerdos y medidas, como ya le transmitimos por teléfono en la reunión con la alcaldesa de Andorra», expuso. Para ir diseñando esos planes, pretende hablarla con ella «en Madrid, en los próximos días».

Lambán estuvo tan de acuerdo con los postulados de Patricia Luquin que no se cerró a transmitirle a Pedro Sánchez la petición de nacionalizar empresas de un sector estratégico como es la energía, después de un «error histórico» como a su juicio fue «la privatización del PP», en palabras de la diputada de IU. «Lo consideré un disparate, pero es más fácil privatizar una empresa que nacionalizarla. Aunque en ese camino me encontrará», admitió.

La portavoz de IU señaló además que la decisión es política, pues en las centrales térmicas costeras sí se ha invertido, dejando de lado de nuevo a las infraestructuras «de la España vacía».

Por lo demás, Lambán rechazó volver a detallar las acciones que su Gobierno y el central han ejecutado en la zona, o están a punto de hacerlo, porque ya lo hizo anteayer en su intervención monográfica. Allí recordó la importancia de la elevación de aguas del Ebro para el polígono industrial de Andorra, que facilitará la llegada de industrias a la zona, después de la inversión de unos 20 millones de euros que acometerá la empresa Acuaes, que completará las actuaciones ya realizadas hace más de una década. La actuación es inminente, pero no se concreta esta inminencia.

Esta infraestructura, junto con los centros educativos e instalaciones de generación de energías renovables, otro tipo de creadores de empleo o los regadíos sociales, contribuyen según el Gobierno a paliar en alguna medida el agujero laboral que dejará el cierre de la térmica desde junio del año que viene.

Pero también es necesario un plan de acompañamiento por parte de la empresa, que es en lo que parecen centrarse las energías del Ejecutivo autonómico si no se logra mantenerla abierta un tiempo más. Concretamente en exigir al Gobierno central que no dé su autorización a la compañía para cerrar si no aporta un buen proyecto.