La evolución del aeropuerto de Zaragoza hacia el modelo de aerolíneas de bajo coste se hace palpable año tras año y más aún desde que la compañía irlandesa Ryanair irrumpiera en la programación de vuelos de la terminal de Garrapinillos. Solo un dato demuestra la dependencia de estas: ahora mismo representan el 79% del tráfico de viajeros que mueve anualmente. Y este porcentaje hace solo siete años, en el 2007, se situaba en el 43%. Se ha duplicado como lo ha hecho en otros muchos aeropuertos, pero es que, en el caso de la capital aragonesa, es aún mayor ya que se reduce a solo dos aerolíneas, la citada de Ryanair --a pesar incluso de haber reducido notablemente su oferta de vuelos y destinos en los últimos cuatro años-- y la de Wizz Air, que con sus rutas a Cluj Napoca y Bucarest ya transportan al 16% de los usuarios de vuelos en Zaragoza. La diferencia entre ambas es la aportación de las instituciones, que se ha reducido drásticamente en el caso de Ryanair al renunciar el ayuntamiento de la ciudad a seguir pagándole.