Estaba hablando con unos amigos por videollamada. Escuché un fuerte ruido. Noté cómo vibraron las ventanas y el suelo de mi casa y lo primero que pensé fue en una bomba y no me equivoqué. En un máximo de cinco minutos, me dio tiempo a ver correr a muchísima gente, escuchar las señales de alarma que nos obligaban a desalojar nuestras casas, salir a la calle y observar a varios heridos que eran atendidos por los equipos médicos en la calzada».

Pedro Bendicho es un bilbilitano que reside en Manchester, concretamente en Corporation Street, una de las calles más cercanas a la estación Victoria y al Manchester Arena. Es periodista y aunque no ejerce, ha vivido la noticia al pie del cañón porque desde su ventana divisó la reacción de los ciudadanos. Todavía ayer podía observar las calles vacías que rodean el estadio donde ocurrieron los hechos. Gracias a esto, pudo ayudar a diversos medios de comunicación -entre ellos, a este periódico-, al aportar su visión de los hechos. Además, cuando tuvo lugar el atentado entraban «en laestación dos trenes» y durante el día de ayer «continuaban en mitad de la vía, sin intención de retirarlos». El zaragozano Juan Carlos Gracia, que emigró a a la ciudada inglesa «hace varios meses», se enteró de la noticia por las redes sociales. «No noté nada en la zona donde resido», indicó. Fue a partir de ese momento cuando siguió las noticias. «Consulté internet, la BBC, para estar al tanto de lo sucedido, porque todavía no me lo creía». No obstante, lo confirmó rápidamente. «Vivo al lado del Hospital Manchester Royal Infirmary y comencé a oír muchas sirenas de ambulancias que iban y venían», explicó. Fue en ese momento cuando Gracia optó por no salir a la calle.

«Hay «mucho miedo para volver a hacer una vida normal y, sobre todo, para acudir a lugares públicos por si vuelve a pasar algo». Un sentimiento que se intensificó, durante el día de ayer por el desalojo del centro comercial de Arndale, en Market Street, «por avisos de posible atentado y, aunque se trataba de una falsa alarma y al rato lo han vuelto a abrir, es un hecho que acentúa el temor que todos tenemos», añadió. Bendicho también garantizó haber dormido muy poco y muy mal. «Nos desalojaron a todos nada más ocurrir y no pude volver a entrar en casa hasta la una de la mañana y con el susto metido en el cuerpo. Es que salir de casa y ver a gente corriendo y gritando, así como varios heridos por la calle, impacta». La presencia policial ha aumentado considerablemente yaque hay «más de 400 agentes extra trabajando en materia de seguridad e investigación» pero no es suficiente para apaciguar «el miedo y la inseguridad» que suscitó el ataque yihadista, confirmó Bendicho.

Por su parte, Gracia ratificó que al principio la Policía «no quería hacer pública la identidad del terrorista suicida para poder seguir investigando a los sospechosos». El zaragozano confesó que ahora se han desencadenado «varios altercados y ataques de ciudadanos ingleses contra personas de etnia árabe». A pesar de que en Manchester conviven «muchas culturas y diferentes nacionalidades», este hecho «propicia la xenofobia que promueve las ideas del brexit», concluyó