Un total de 10.000 familias de Aragón compraron productos de algún centro de Ikea en España en los últimos doce meses. Este es uno de los datos que aporta el informe sobre el impacto del consumo aragonés en este tipo de oferta comercial. La distribución pormenorizada que se refleja en el estudio de la consultora Motio se establece, no obstante, entre el periodo de septiembre del 2003 hasta marzo del 2004 y en esa horquilla de tiempo el total de personas que compraron en los centros más cercanos de Ikea llegaron a las 5.735. La mayoría en las instalaciones de San Sebastián de los Reyes (Madrid), con 3.697 transacciones; otras 1.171 lo hicieron en Hospitalet (Barcelona); 834 en Alcorcón y apenas 33 en el centro de Badalona.

Por provincias se detecta una cierta querencia de los habitantes de Huesca hacia la oferta de Hospitalet, mientras Zaragoza se decanta por San Sebastián de los Reyes, al igual que Teruel.

PODER DE ATRACCION Estos datos muestran el elevado poder de atracción de consumidores incluso desde varios cientos de kilómetros. De hecho, recalca el informe "si Ikea no se implanta en Zaragoza lo hará muy probablemente en comunidades vecinas como Navarra, La Rioja o Cataluña". Ikea marca el "poder de arrastre" de establecimientos que complementan su oferta específica con "conocidas marcas satélites ligadas a parques comerciales" que necesitan amplios espacios para instalarse.

La instalación en Zaragoza, señala el estudio, satisface la demanda de una población "que actualmente se desplaza a otras localidades", sale favorecida por una oferta basada en los bajos precios, introduce una oferta inexistente e incrementa el gasto en equipamientos del hogar generando tres efectos: "disminuye el gasto evadido, aumenta el gasto absorbido al atraer clientes de otras localidades que se convierten en un flujo de visitantes a Zaragoza y eleva el gasto medio por persona".

¿LERIDA? El Gobierno catalán está en proceso de negociación con Ikea Ibérica desde hace más de dos años para decidir la ubicación del tercer centro en esa comunidad. Mientras la apuesta de la empresa es ubicarlo en el entorno de Barcelona, la Generalitat propone Lérida. "¿Desean absorber el previsible flujo de gasto en Aragón?", se preguntan los autores del estudio. Ese dilema fluctúa entre dejar a Aragón rodeada de un "anillo de centros Ikea que generarán fuga del gasto o instalar el establecimiento en la comunidad disminuyendo esta fuga y aumentando la absorción de gastos de comunidades vecinas".