Miles de católicos aragoneses se están movilizando para exigir al Gobierno central que acepte el modelo de la LOCE en lo que se refiere a la asignatura de Religión. Es decir, que sea evaluable y que tenga dos vertientes, una confesional y otra aconfesional. Ayer, algunas parroquias continuaron recogiendo firmas a favor de esta demanda, y aunque la Confederación Católica de Padres (Concapa) --promotora de la iniciativa-- aún no las ha contabilizado, estima que ya almacena varios miles. En España, las organizaciones católicas aseguran que ya cuentan con más de un millón.

En estos momentos, en la sede de Concapa en Zaragoza se encuentran numerosas firmas aún pendientes de contar, y otro bloque ha llegado al Arzobispado. Además, muchas de las adhesiones aragonesas han sido enviadas a Concapa-Madrid, por lo que será difícil precisar cuántas firmas se han recogido en Aragón.

De hecho, en el listado de recogida de firmas que tienen las parroquias de Zaragoza se especifica que una vez completado se envíe a la sede madrileña de Concapa. Este es el texto: "Con mi firma me adhiero a la defensa de los derechos de los padres a la formación religiosa y moral de sus hijos (art. 27.3 de la Constitución) en los términos siguientes. 1. No estamos de acuerdo con la forma en que se pretende regular la enseñanza de la religión en las propuestas para el debate. 2. Estamos de acuerdo con la regulación de la Religión establecida en la Ley Orgánica de Calidad de la Educación".

La campaña aún no ha finalizado, y según Concapa continuará durante algunas semanas. La movilización se inició en primavera y se organizó fundamentalmente a través de las asociaciones de padres de los colegios católicos, que recabaron numerosos apoyos entre las familias que llevan a sus hijos a estos centros.

El malestar se originó cuando el nuevo Gobierno del PSOE paralizó la LOCE, la ley elaborada por el PP en la anterior legislatura. Esta normativa recogía una amplia reestructuración de la asignatura de Religión, que además la equiparaba al resto de materias, ya que además de ser evaluable computaba igual que las Matemáticas o que la Lengua, por ejemplo. Es decir, haría media para el expediente.

La asignatura iba a denominarse Hecho Religioso y estaban previstas dos vertientes, una confesional y otra aconfesional. El currículum se había dividido en cuatro bloques: Historia de las Religiones (una reflexión sobre la incidencia de la religión en el devenir de la historia), Sociología de la Religión (respuestas de la religión a algunos de los problemas del mundo actual), Historia del Pensamiento (las relaciones entre la filosofía y la religión y su influencia en la concepción humana del mundo en diferentes etapas) y Expresión Estética de las Creencias Religiosas (una aproximación a la arquitectura, la literatura y la música relacionada con la religión).

En principio, esta materia iba a empezar a impartirse este mismo curso en 1º y 3º de la ESO y en 1º de Bachillerato, y en el 2005-2006, en 2º y 4º, por lo que el frenazo del PSOE llegó in extremis. En 2º de Bachillerato no estaba previsto incluir en el currículum Hecho Religioso.

Además, la LOCE establecía que en Primaria se ofertará Religión, "y para los que no opten por esta materia, que reciban enseñanzas complementarias que se estructurarán en torno a contenidos sobre la sociedad, la cultura y las artes en su dimensión histórica o actual". En Infantil se había contemplado una oferta análoga adaptada a esta etapa de niños entre tres y cinco años.