Sobre el papel se pueden decir muchas cosas, pero alguien debería pedir responsabilidades también". Así de claro respondió ayer la ministra de Medio Ambiente, Elvira Rodríguez, a las duras acusaciones de corrupción recogidas en el informe de la Fundación Nueva Cultura del Agua. Rodríguez, que no conoce el escrito, señaló que dicha entidad está "absolutamente en contra" de la gestión hidráulica oficial y que ella se rige conforme a las "leyes" tras 25 años en la función pública.

La responsable popular garantizó que "siempre" se gestiona y administra "sujetos a normas" y que el problema se reduce a que la fundación no comparte la filosofía de la Administración, por lo que es "muy difícil" llegar a acuerdos. Sobre el apoyo del exfiscal jefe Anticorrupción, Jiménez Villarejo, a dicho informe, no quiso entrar en valoraciones: "Cada uno es muy libre de hacer lo que entienda oportuno".

La ministra hizo estas valoraciones tras mantener una reunión en Huesca con los alcaldes de los 42 municipios pirenaicos que se adhirieron al protocolo inversor de Medio Ambiente, por el que financia obras de abastecimiento y depuración por valor de 27 millones de euros. Rodríguez se mostró convencida de la aceptación masiva a la segunda fase del protocolo, después de que se estén viendo los beneficios y de que la Asociación de Entes Locales del Pirineo Aragonés (ADELPA) haya recomendado ahora la firma a las 104 localidades asociadas.

En este sentido, la ministra valoró el cambio de opinión de ADELPA y confió en que esto suponga entrar en una nueva etapa de colaboración, "en la que --dijo-- no se renuncie a los beneficios de los ciudadanos por posiciones políticas partidarias". También solicitó a la DGA colaboración para desbloquear el Pacto del Agua.