Las hospederías del Gobierno de Aragón están concebidas como grandes viviendas de turismo rural, pero se quedan cortas en tanto que hoteles. Tiene entre 22 y 35 habitaciones, un número que resulta insuficiente para atender la demanda que se produce en temporada alta y determinados fines de semana. Esta característica forma parte del encanto de este tipo de establecimientos, pero es también su principal desventaja. "A San Juan de la Peña vienen muchos autobuses y no podemos absorber a todos los viajeros de uno de ellos", se lamenta Javier García, director de la hospedería del monasterio de la comarca de Jaca. El establecimiento de La Iglesuela también se queda pequeño en algunas ocasiones y lo mismo le ocurre al castillo de Papa Luna. "Así es muy difícil competir y ser rentables", asegura Justo Domingo, de Touractive.