Las comarcas del Pirineo aragonés han decidido impulsar la protección del oso pardo. En el encuentro celebrado ayer en Zaragoza entre los presidentes de Jacetania, Alto Gállego, Sobrarbe y Ribagorza y el consejero de Medio Ambiente, Alfredo Boné, se acordó trabajar "intensamente" en la protección de esta especie al ser "vital para la biodiversidad de Aragón, por lo que no podemos permitir su extinción", afirmó, contundente, el responsable del Medio Ambiente de la comunidad .

Con la muerte de Canelle, abatida por un cazador francés a finales de octubre, y la de Papillon en septiembre han saltado todas las alarmas sobre la supervivencia del oso pardo en la cordillera pirenaica. De hecho, hace años se presentó en Aragón un borrador de plan de recuperación de la especie que no pudo aprobarse por falta de consenso y que ahora vuelve a retomarse.

Por eso, las cuatro comarcas acordaron ayer mantener otra reunión monográfica con la Dirección General de Medio Natural para estudiar los distintos planes de recuperación, entre ellos el del oso. El Gobierno francés ya ha anunciado que reintroducirá nuevos ejemplares de oso procedentes de Centroeuropa.

Por su parte, el Departamento de Medio Ambiente tiene contratadas a tres personas, exclusivamente para vigilar la presencia del oso y prevenir posibles afecciones a los rebaños. "Esto está siendo muy beneficioso, porque evitamos daños y los ganaderos se encuentran muy satisfechos", añadió Boné, para quien "estamos demostrando que la presencia del oso es compatible con la actividad humana en el Pirineo".

En la reunión se intercambiaron también impresiones sobre la gestión de los espacios naturales protegidos. Así, el consejero recordó que sólo en la provincia de Huesca se está planteando la declaración de dos parques naturales --el de los Valles Occidentales y el de Monegros.

El encuentro de ayer fue el primero de una ronda que entrevistas que va a mantener Boné con diferentes grupos de presidentes comarcales.