Junto al mayor centro hospitalario de Aragón, el hospital Miguel Servet de Zaragoza, el candidato del PP a la Presidencia del Gobierno de Aragón, Luis María Beamonte se comprometió a adaptar el actual modelo sanitario público a las características de Aragón: el envejecimiento y la baja densidad de población, la dispersión territorial y el aumento de las enfermedades crónicas «que bajo ningún concepto son elementos insalvables», afirmó.

Beamonte propuso al resto de las fuerzas parlamentarias el respaldo a un «Pacto por la Sanidad con los pacientes y los profesionales como protagonistas».La fórmula del Partido Popular pasa por aprovechar los recursos sanitarios públicos y privados disponibles, una práctica de aunar esfuerzos y medios técnicos y humanos.

Los populares quieren introducir con experiencias «de gestión eficaz y debidamente contrastada para garantizar la calidad y sostenibilidad económica en el futuro».

Los populares se comprometen a que los cambios en las fórmulas de gestión y funcionamiento estén cimentados en acuerdos para la formación continuada y el empleo que contemple la disminución de la tasa de eventualidad, la mejora de la promoción interna, el estudio de las jornadas laborales, la productividad variable y la regulación de la normativa de guardias.

La protección de los profesionales ante el incremento de las agresiones también forma parte del compromiso global del Partido Popular con la recuperación del papel estratégico que deben desempeñar los profesionales sanitarios.

Beamonte consideró la Atención Primaria como punto de partida y apunta en su programa iniciativas concretas como aumentar el tiempo de consulta para los pacientes, favorecer la comunicación entre enfermos, facultativos y enfermería, y extender la aplicación de las nuevas herramientas que oferta la telemedicina a las áreas de consulta, diagnóstico y control continuado de los usuarios.

Para los populares mejorar la calidad de la medicina familiar también significa que los usuarios puedan acceder a su historia clínica, a los resultados de sus pruebas diagnósticas y de laboratorio, a la medicina preventiva y a los autocuidados a través de sus dispositivos móviles y fijos. Como reto añadido e ineludible, Beamonte plantea un ambicioso plan de renovación de los Centros de Salud para que en plazo de diez años todas las zonas básicas dispongan de instalaciones modernas y con capacidad suficiente para atender la demanda asistencial correspondiente.

El PP considera como «el mayor fiasco asistencial del Gobierno Lambán por la descapitalización de profesionales a los que han sido sometidos los centros de especialidades» las listas de espera, por lo que el PP insistió en que utilizará los recursos públicos y privados disponibles, «con nuevos criterios organizativos y de gestión, lo que permitirá acabar con las listas de espera quirúrgicas y de especialidades».

Los populares quieren, además, terminar con la construcción de los hospitales de Teruel y Alcañiz, y concluir obras que el Gobierno de Lambán «ha dejado pendientes» como la remodelación del Ernest Lluch de Calatayud, la ampliación de Urgencias del hospital San Jorge de Huesca, la remodelación de la UCI de neonatos del Infantil en Zaragoza, y la modernización de la zona de Urgencias del Royo Villanova. Asimismo, se comprometió a terminar con las carencias asistenciales existentes a través de la creación de Área de Salud Mental que integrará un novedoso programa de cuidados específicos.