El resultado de las primarias a la dirección en el PP abre más dudas que certezas en la comunidad. Con una dirección autonómica claramente decantada por la candidatura de María Dolores de Cospedal, el hecho de que Pablo Casado se haya impuesto por sorpresa en las votaciones obligará a un cambio de estrategia. Por el momento valoran la posibilidad de decantarse principalmente por la figura del vicesecretario de comunicación frente a la exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría.

«Los afiliados aragoneses han expresado en las urnas a quién quieren como presidente», resumió ayer la secretaria general del PP en Aragón, Mar Vaquero. No entró en mayores consideraciones políticas y queda todo abierto. La fecha clave se producirá la semana que viene, con la convocatoria de un comité de dirección en el que analizar y valorar los resultados. «Se hablará, se decidirá y se buscará la unidad», expresaron fuentes de la formación.

Antes de tomar una decisión los dirigentes esperan escuchar las propuestas de los dos candidatos al congreso. La segunda vuelta será complicada. La provincia de Zaragoza, que principalmente ha apoyado a María Dolores de Cospedal, está dispuesta a mostrar su apoyo a Casado.

Parece el candidato natural ya que se ha impuesto en Aragón con un total de 712 apoyos tras ser la opción más votada en las provincias de Huesca y Teruel, con 218 y 159 apoyos. Cospedal, con un total de 654 votos en toda la comunidad, solo logró la victoria en Zaragoza, con 497 apoyos. Eso sí, arrasó en la capital al ser un feudo controlado por la dirección del partido. Lo mismo sucedió en la ciudad de Tarazona, localidad en la que es alcalde el presidente popular en Aragón, Luis María Beamonte.

En tercera posición quedó Sáenz de Santamaría, con 419 votos, repartidos fundamentalmente entre Huesca (183) y Zaragoza (164). En este caso ha influido notablemente la relación de la que fuera vicepresidenta con Roberto Bermúdez de Castro y con la exalcaldesa de Huesca, Ana Alós. Y aquí es donde se encuentra parte del problema, pues la influencia del aparato en la provincia altoaragonesa no es tan notable. Y eso a pesar de que el jacetano Mario Garcés ha sido uno de los valedores de Casado.

De cara a las próximas semanas, el partido quiere mantener la imagen de unidad, a pesar de la compleja situación. «Cuando el PP ha trabajado unido, siempre les ha ido bien a los aragoneses y a los españoles», indicó Vaquero. Hasta ahora de forma oficial se ha optado por la neutralidad. «Como en el PP se adoptan las decisiones de forma colegiada, ahora la dirección se volverá a reunir para determinar el posicionamiento que adopta», insistió.

Con datos ya definitivos, en las primarias votó un 86,8% de los 2.105 inscritos en la comunidad. En realidad la cifra supone poco más del 10% de las cifras de afiliación que ofrece el PP.

El resto de candidatos obtuvo apoyos residuales. Aunque José Ramón García Hernández se quedó con 23 votos, bastante por encima de las opciones presentadas por José Manuel García-Margallo, cinco votos, o Elio Cabanes que únicamente recibió la votación de dos simpatizantes.