Si algo tiene claro Podemos es que no apoyarán un Gobierno formado por el PSOE y el PAR. Así lo afirmó ayer el secretario general de Podemos Aragón, Nacho Escartín, después del Consejo de Podemos Aragón en el que quedó bien claro que no votarían a favor en una hipotética investidura de Lambán con el PAR como socio de Gobierno. Pero Podemos es un aliado imprescindible para que los socialistas puedan gobernar Aragón si Ciudadanos sigue reacio a sumarse al pacto, y para ello el PSOE ofrecerá a a la formación morada puestos de responsabilidad para que se sume a los acuerdos que alcance con los aragonesistas y que hoy se conocerán con la firma de un documento entre el secretario general del PSOE, Javier Lambán, y el presidente del PAR, Arturo Aliaga. Ambos anunciaron hace unos días ese pacto, que hoy se conocerá en sus términos, con límites amplios para que muchas formaciones puedan suscribirlo. Entre las opciones que se barajan para atraer a Podemos es apoyarle que revalide la Presidencia de las Cortes, algo que se deberá votar el próximo 20 de junio, día en el que se despejará algo más el incierto panorama que hay en estos momentos.

RECHAZO DE CIUDADANOS

Las ejecutivas del PSOE y del PAR ratificaron ayer el acuerdo, «inspirado en la centralidad, la moderación y la transversalidad». Hoy se conocerán los términos del documento, amplio y abierto para que se puedan sumar las formaciones necesarias para que conformen una mayoría liderada por Javier Lambán. El líder de Ciudadanos, Daniel Pérez Calvo, volvió a insistir ayer en que no se sentará en una mesa de negociación con el PSOE y el PAR, partido este al que invitó a sumarse a una mayoría conservadora. Algo que los aragonesistas rechazan de plano.

Por tanto, a esta alianza PSOE-PAR solo le queda para prosperar hallar el apoyo de los grupos de izquierdas (Podemos, CHA e IU). Y Podemos ya ha dicho que de una manera u otra tiene que estar en el Gobierno, animando a que este sea exclusivamente de izquierdas.

Los socialistas contemplan la opción de la Presidencia de las Cortes para Podemos, aunque tampoco descartan ofrecerles puestos de segundo nivel en el Gobierno. Ha habido conversaciones, aunque las reuniones formales comenzarán el próximo lunes.

PACTO PROGRESISTA / A la espera de que se afiancen los acuerdos en las alcaldías, Escartín instó a Lambán a que de un paso atrás y baraje la opción de buscar como aliados a Podemos, CHA e IU, en lugar de hacerlo con el PAR. «Es lo que han elegido los aragoneses», repitió varias veces, ya que, a su juicio, con sus papeletas decidieron que quieren un Gobierno dirigido por el PSOE, que para eso fue la lista más votada, y con el resto de fuerzas de la izquierda siguiendo la «lógica» de que juntos suman más que el PAR. Aunque los aragonesistas son imprescindibles para que la derecha, con Vox, no sume.

Escartín quiso mantenerse prudente y no se salió del guion en su discurso. No será hasta el próximo lunes cuando se reúna «formalmente» con el PSOE. Recalcó la palabra formal porque, a diferencia de lo que sucedió hace cuatro años, donde se produjo un boom de transparencia en todas las negociaciones, ahora se están labrando los pactos en privado y de una forma muy discreta.

Según el líder de la formación morada, si en el consistorio zaragozano no se llega a un acuerdo entre PSOE y Cs -parece complicado- que se podría reproducir en la DGA, forzaran que Lambán busque como aliados al resto de formaciones de izquierdas y no a un partido afín al «trío de Colón». Para Escartín, si el presidente del PAR, Arturo Aliaga, realmente quiere salirse de esa foto de Colón, lo que podría hacer es «abstenerse» para permitir un Gobierno de izquierdas y progresista en Aragón. Lo mismo que CHA e IU, que ya ha manifestado que no entraría en un Gobierno de este tipo, aunque sí lo apoyaría. Sin embargo, la mayoría de las opciones tras el acuerdo entre el PSOE y el PAR pasan por tener a los aragonesistas dentro del Gobierno. Y eso es lo que complica el tablero. Porque Escartín reiteró que Podemos no apoyaría un Gobierno con el PAR.

De hecho, una alianza del PSOE con la formación morada y el PAR parece compleja después de que los podemistas hayan cuestionado continuamente las políticas de los aragonesistas, también las heredadas de la época en la que gobernaron con los socialistas. Aspectos como la gestión de algunas empresas públicas, la depuración o las políticas en determinadas comarcas han enfrentado a ambas formaciones, así como una opuesta visión de la política fiscal.