La reforma de La Romareda, además de calmar los ánimos de los aficionados zaragocistas, servirá también para revitalizar una zona de la ciudad muy «desaprovechada», según cuentan los vecinos y comerciantes de la zona. Ahora, el nuevo proyecto del Gobierno de PP-Cs aviva las esperanzas de los comerciantes de la zona que miran con optimismo al futuro, dada la revalorización de los suelos que irá aparejada con la remodelación. Entre las calles Eduardo Ibarra y Asín y Palacios se encuentra una de las pocas zonas comerciales que existen en la zona. Allí, el Mercado Romareda permanece abierto tan solo con un puesto de venta al público (una pescadería) y el obrador de una pollería que se encuentra fuera de la lonja.

Gabi, entre merluzas y besugos, explica que se siente en el punto de mira del resto de los propietarios porque «estorba». «Que me den lo que sea para llegar hasta la jubilación y yo me voy», dice. Los mostradores vacíos ya tienen dueño, pero estos no quieren reactivar la actividad del mercado. Gabi cree que los más de 3.000 metros cuadrados de edificio servirán «para especular» cuando los suelos valgan más. Él pide que el ayuntamiento se haga cargo del edificio y se impulse a los pequeños comerciantes «como han hecho en el Mercado Central».

Muchos de los puestos de la lonja son propiedad de otros empresarios de la zona. Luis Soler, gerente del restaurante Rogelios, situado en los bajos de esta zona comercial, es el dueño de alguno de los tenderetes, y reconoce que con la remodelación de la Romareda el entorno ganaría mucho valor. «Podría hacerse mucho dinero, sí, pero es complicado. Los precios tampoco subirían mucho porque la gente no lo aceptaría», explica. Entre las ideas que manejan los dueños de los puestos está venderlos a un supermercado o habilitar una nueva zona comercial. Descartan, por otra parte, crear «un nuevo Puerta Cinegia», es decir, un mercado gastronómico, porque «sería muy difícil llenarlo todos los días». «Si hacen el nuevo estadio sería una oportunidad única que habría que aprovechar», dice.

LA OPINIÓN DE UN EXPERTO

Los Porches del Audiorama es otro de los espacios comerciales del entorno. Javier Cuevas, su gerente, explica que a corto plazo la reforma de La Romareda no les repercutiría «porque tienen contratos de larga duración ya cerrados para los próximos cinco años». Más allá de ese periodo, cuando el estadio nuevo ya funcione (si se cumplen los apretados plazos), Cuevas dice que los propietarios de los locales y del centro comercial sí que ganarían mucho, «porque el valor de los suelos se multiplicaría».

En la actualidad, el 85% de los locales del Audiorama están ocupados (principalmente por establecimientos de restauración), mientras que para el otro 15% ya existen proyectos «muy avanzados» que podrán regenerar la vida de este espacio.

Lo que sí que pide Cuevas es que la nueva posible zona comercial que incluya el estadio «no sea competencia» del complejo que él gestiona, lo que ya le han garantizado los responsables del ayuntamiento. Por su parte, el experto en asuntos comerciales Dioscórides Casquero expone que lo que le falta a la zona es «una locomotora comercial lo suficientemente grande como para atraer gente de fuera del barrio», algo que ahora no se da dado el tamaño reducido del Audiorama, que tiene unos 5.000 metros cuadrados. «Tendría que haber por lo menos el doble de metros para atraer a más público y crear una zona comercial que sirviera de enlace entre la que ya existe en Fernando el Católico y Casablanca», concluye.