El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, que no dudó en manifestar su rechazo a la colocación del manto con el escudo de la Falange al poco de suceder a través de Twitter, envió una carta al arzobispo de Zaragoza, Vicente Jiménez Zamora, para expresarle su «contrariedad» por este hecho.

En la misiva le recuerda que la Basílica del Pilar «forma parte del patrimonio común de la ciudad, independientemente de que su gestión corresponda a la Iglesia católica» y más allá de las «creencias más íntimas».

Para el primer edil, la ciudad «no puede asociar su imagen al triste legado del franquismo ni permitir que en espacios de esta proyección pública se exhiban estos símbolos y sirvan para ensalzar la figura del dictador», y agradece su pronta retirada y que la Iglesia haya pedido perdón.

No fue el único miembro de Zaragoza en Común (ZeC) que manifestó su desencanto con lo sucedido, ni el único de la corporación. El portavoz del PP, Jorge Azcón, calificó de «error» lo sucedido y consideró que es «impropio para la Virgen del Pilar tener un manto con ese origen». Aprovechó la ocasión para criticar al alcalde de «cínico», por criticar un acto así pero «defendió a su amigo Willy Toledo cuando se cagó en la virgen». Desde CHA, Carmelo Asensio, declaró que la futura «Ley de Memoria Democrática evitará que estos hechos se vuelvan a producir».