Como era de esperar, las Cortes no pudieron ofrecer ayer una declaración institucional unánime de rechazo a la violencia machista, ante la negativa de Vox a adherirse al texto. El Parlamento autonómico sí sacó adelante una proposición no de ley en la que instaba a aplicar el Pacto de Estado contra la violencia sobre la mujer y por la que la Cámara se comprometía a reforzar la lealtad institucional entre los grupos políticos. Solo Vox votó en contra, ya que su portavoz, David Arranz, reiteró la postura de su partido de que «la violencia no tiene género», que «no existe la violencia estructural ni la lucha de sexos», y que su partido está en contra «de todas las violencias» y de la «presunción de culpabilidad» del hombre. Arranz acabó visiblemente airado con los abucheos desde la tribuna durante su intervención, frente al tono del resto de formaciones, unánimes a la hora de apoyar esta moción propuesta por los grupos del cuatripartito. Además de ellos, Beatriz García, de Ciudadanos, defendió la «libertad e igualdad» que preconiza su formación como clave para acabar con la lacra; Mar Vaquero, del PP, valoró la «unidad» que reclama la sociedad con este tema y Álvaro Sanz, de IU, destacó las múltiples violencias.