La línea 2 del tranvía de Zaragoza dio ayer un paso más hacia su futura construcción con la presentación del anteproyecto del eje este-oeste que conectará Valdefierro y Delicias con el centro de la ciudad por los paseos María Agustín, Pamplona, Constitución y La Mina hasta enlazar con dos ramales hacia Las Fuentes y San José. El trazado, ya conocido, de 9,79 kilómetros, se encarece a cada paso que se da para perfilar detalles y ahora el presupuesto estimado de las obras asciende a 234,11 millones de euros. Sería solo para ejecutar los trabajos, que comenzarían «tras el verano del 2020» siendo optimistas pero que, a dos meses de las elecciones municipales, sigue alimentando el sueño de tenerlo funcionando. Ahora con la perspectiva de entrar en servicio, como pronto, en el 2023, justo cuando finaliza la contrata del autobús de Avanza.

Son casualidades del calendario pero el contrato con la ingeniería Idom para redactar el anteproyecto quiso que este trabajo técnico se culminara ahora y ayer pasaba por el Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) para darle el visto bueno, someterlo a información pública durante 15 días y ponerse a trabajar en el proyecto constructivo definitivo, cuando se obtenga la declaración de impacto ambiental positiva por parte del Instituto de Gestión Ambiental (Inaga) del Gobierno de Aragón. Eso supone prorrogar el contrato con la ingeniería 8 meses y 13 días más, autorizado ayer también.

UN NUEVO ‘BYPASS’

Pero Zaragoza sigue soñando y ahora ese trazo grueso empieza a coger forma. Por eso se dan a conocer algunas novedades relevantes que la ciudad no conocía. Como por ejemplo la posibilidad de construir un bypass para la línea 1 que uniría la confluencia de la avenida César Augusto y el Coso con la puerta del Carmen y, a través del paseo Pamplona, llegar a Gran Vía. Una infraestructura a añadir que contribuye a que los 189,76 millones de euros en los que se calculó la obra con el estudio de viabilidad sean ahora 44 millones más. Y es que el proyecto se ha encarecido un 23,3% con este anteproyecto. A cambio, el eje norte sur nunca se interrumpiría y el paseo Independencia y el Coso podría cortarse más a menudo.

No se ha calculado el plazo de ejecución a la espera de perfilar algunas cuestiones clave, que subirán o bajarán la cifra. Por ejemplo los «seis millones de euros» que costaría renovar todo el cubrimiento del río Huerva a la altura del paseo Constitución. O si finalmente se mantiene la instalación de catenaria en todo el recorrido (también lo incluye en el centro de la ciudad), por ejemplo. Son variables que hacen que este anteproyecto haya aumentado el coste de la obra civil de 35,7 millones a 69,85.

Sin embargo, este anteproyecto coincide con la polémica sobre la deuda a computar en las cuentas de la ciudad de la línea 1, que el Ministerio de Hacienda ahora obliga a sumar en su totalidad y mantiene la prohibición de captar nuevos créditos bancarios. ¿Cómo se puede pensar en emprender esta línea 2? La «única solución», según señaló el responsable de Urbanismo y Movilidad, Pablo Muñoz, sería apostar por una «empresa de mercado 100% municipal», con la misma naturaleza que Zaragoza Vivienda pero con el objeto social de poder gestionar este servicio. La gestión directa, sin empresas concesionarias, ya sería una novedad. Y el coste de la explotación sería de 10,2 millones de euros al año.

La financiación siempre ha sido el obstáculo de este eje este-oeste y de todo el trabajo técnico que concreta lo que se quiere hacer sin garantías de que finalmente se haga. Será el Gobierno de la próxima corporación quien herede este reto. O lo deseche. Pero al menos ya conocerá los mimbres de esta nueva línea de alta capacidad. Y deberá pensar en una reordenación de líneas de autobús aún por definir.

Es más detallado respecto a la explotación y unas estimaciones de demanda que ahora se cifran, según explicó ayer el Gobierno, en «19 millones de viajeros al año». El servicio contaría con 13 convoyes -no 25 como la línea 1-, de los cuales circularían 11 para garantizar frecuencias de paso de 5 minutos en hora punta en el tramo central (entre la avenida Madrid y la calle Miguel Servet), y dos serían de reserva y mantenimiento. En los ramales a Las Fuentes y a San José pasaría cada 9 minutos como mínimo, al intercalarse las unidades, al igual que haría en el tramo que unirá Valdefierro con Los Enlaces.

El anteproyecto suma 9,79 kilómetros de longitud y un tiempo estimado de casi 30 minutos en recorrer de un extremo al otro a una velocidad comercial media de 20 km/h. Son cifras de un sueño un poco más real.