Llegó a través de un colega del Ejército hace tres años y no se ha arrepentido ni un solo día. Nacho no pone apellido aquí porque dice que no hace ninguna falta en las misiones solidarias, las que siempre le han acercado a ayudar a la gente. «A veces buscas rellenar ese hueco que te queda, sentirte satisfecho ayudando a los demás. Me trajo un compañero y luego yo me he traído a otros. Una buena forma de seguir ayudando como hemos hecho toda la vida era entrar en el banco. Y aquí estoy, bien a gusto».

El tiempo no le permitía antes colaborar en este tipo de campañas, aunque ya tenía pensado involucrarse en proyectos sociales. «Soy militar y cuando pasé a la reserva me sentía todavía con fuerzas de poder hacer cosas. Aquí todo el mundo sabe que viene a colaborar de una manera voluntaria, no estás obligado. De hecho, si alguna vez no puedes venir, no tienes ni que decirlo. Hay muy buen ambiente, buen humor, y eso se une a la satisfacción de saber que intentas ayudar a la gente en lo que puedes. Es muy gratificante», insiste el voluntario del Banco de Alimentos.

Igual que los demás, el temor predomina por encima de la ilusión de otros años en la semana clave para esta fundación. «La gente normalmente entrega el alimento de forma física, ahora nos preocupa cómo convencerles de que económicamente hagan la misma colaboración. Me gustaría hacerle ver a la gente que esos 5 o 10 euros que puede depositar esta semana, los que antes ponía con 2,5 kilos de comida por ejemplo, ahora el Banco de Alimentos puede negociarlos para que se conviertan en 3 kilos. Y de alimentos que son realmente necesarios y normalmente no llegan como puede ser una leche infantil».

«Va a ser muy difícil y problemático, creo que vamos a recaudar menos, pero aunque sea con menos dinero, que sepan que vamos a dar mucha ayuda. Antes la gente ya sabía de lo que iba la campaña y entregaba la bolsa con arroz, azúcar..., lo que fuera. Ahora tenemos el gran temor de que nos den la espalda», concluye Nacho con cierta desesperanza pero fuerza y resistencia para intentar que no haya pandemia que deje sin comida a una sola persona en Zaragoza.