El mapa de las telecomunicaciones en Europa está cambiando a golpe de adquisiciones y fusiones, y el próximo episodio podría darse en cuestión de días. Si hace unos meses era la española Telefónica la que ganaba posiciones en Italia y Alemania, ahora son dos firmas extranjeras, la británica Vodafone y la estadounidense Liberty Global, las que quieren hacerse fuertes en España. En este caso, sería mediante la eventual adquisición de Ono, principal operador español de cable, que arrastra una deuda neta de 3.330 millones de euros.

Vodafone, presente en 30 países y que tiene en España 13,9 millones de clientes de móvil y 896.000 de banda ancha fija, fue la primera en interesarse por Ono. Para la compañía británica, supondría sumar a su cartera de clientes los cerca de 1,9 millones de la firma. Si Vodafone compra la empresa de cable española, elevaría su cuota en el mercado de banda ancha fija del 8% al 21%, según el Sabadell.

Esta operación añadiría presión sobre Telefónica. Vodafone podría expandir la oferta de servicios convergentes o empaquetados (fijo y móvil), una opción de consumo de bastante éxito y que capta un perfil de cliente más fiel, recordó ayer la agencia Fitch.

Vodafone no es la única que aspira al control de la empresa española. Liberty Global, un desconocido en España pero que en EEUU es el rey del cable, mantiene contactos con los accionistas de Ono para comprarles su parte. La oferta, según el Financial Times, asciende a 7.000 millones de euros. La operación supondría la entrada en España del magnate John Malone, cabeza de un imperio que abarca 15 países.

Los accionistas de Ono, entre los que están las firmas de capital riesgo Providence Equity, Thomas H. Lee Partners, CCMP y Quadrangle, estarían negociando al parecer en paralelo con ambos aspirantes a la compra. La pugna entre Vodafone y Liberty por Ono es una batalla más de una guerra que se libra en el ámbito europeo. Liberty compró la británica Virgin Media el año pasado y el pasado lunes se hizo con la holandesa Ziggo. Por su parte, Vodafone adquirió el año pasado el grupo alemán Kabel, por la que también aspiraba la estadounidense.

Para acabar de rizar el rizo, Ono presentó ayer ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la documentación preliminar para su salida a bolsa, avanzó el Financial Times. La presentación del folleto no anula las negociaciones con los posibles compradores, sino que es otra vía más que estudian los accionistas para rentabilizar la inversión que hicieron hace nueve años. Rosalía Portela, consejera delegada de Ono, siempre ha defendido la salida a bolsa.