Esta semana es tremendamente importante, ha nacido Martina. Es pequeñita, suave, buena y preciosa, es simplemente perfecta. Desde los primeros minutos de vida ha dado señales de cierto interés por la sumillería, aunque también puede que sea cosa de su padre, así que vamos a dejar que pase un tiempo y veremos cómo realiza las catas de potitos y purés.

Voy a compartir con ustedes que este sencillo camarero que les escribe va a tener el inmenso honor de ser el padrino de Martina, tampoco hacía falta para saber que va a ser una personita muy importante en mi vida, pues a la familia que ha ido a parar la considero como parte de mi propia familia.

Es lo que tiene la vida, que sin darte cuenta te ves unido a personas que te hacen feliz, sin buscarlo, solo con su presencia sientes que te hacen bien, y que juntos sois mejores.

Es como si fuésemos ingredientes en un cóctel, algunos funcionan bien los unos con los otros y otros no encajan.

No se pueden forzar las relaciones, porque como en un cóctel, cuando no se está en equilibrio, todo se desmorona.

Por eso yo sigo una regla, "nada me ata a alguien o algo que no me aporta".

Aportar como algo emocional, existen personas como por ejemplo Samuel Akinfengua, que su sola presencia te ilumina, te trasmite paz y serenidad, la sensación de que a su lado vas a tomar buenas decisiones, y encima es un ser creativo que hace a los demás creativos...¡Joder! ¿Cómo no vas a quererle en tu vida?

Pensando en los consejos que les doy a mis sobrinos y en un tiempo también a Martina, creo que uno de los más importantes está basado justo en esto.

"Debes estar cerca de aquellos que te aporten y te hagan mejor, y lejos de todos los que no sepan valorar tu tiempo junto a ellos. También debes valorar el tiempo que otros te dedican a ti, pues te están regalando algo que jamás podrás devolverles, pero ten cuidado, y reflexiona sobre porque te están dedicando tiempo."

No recuerdo en qué libro leí algo que se quedó en mi cabeza, decía: "Un cóctel es como una buena fiesta, tiene muchos invitados, pero nadie destaca por encima de nadie".

Esa frase pienso que resume exactamente lo que es un buen cóctel, equilibrio, pero también lo que deberían ser nuestras relaciones, un equilibro entre locura y serenidad.

Eso le deseo a toda persona importante para mí. También es cierto que las mejores personas que conozco están un poco locas, o bastante, pero debo recalcar que ese tipo de "locura" no quita el que generen equilibrio en mí.

Uno de los cócteles más difíciles, pues, si está bien es una jodida delicia, pero si está mal ejecutado es algo realmente infumable es el Dry Martini.

Considero que hoy es el día perfecto para hacer con ustedes este cóctel, pues se basa en el equilibrio, en la técnica y en darle amor, porque aunque suene a cliché, cuando haces algo con amor sabe mejor, y un dry sin amor es una patada bien fuerte en...

También es un cóctel muy personal, según lo seco que le guste a cada persona, para mí depende del momento del día, pero hoy vamos a preparar un dry muy seco.

Para realizar el cóctel necesitamos:

  • 90ml de Ginebra seca
  • 15ml de Dry Vermut
  • Piel de limón
  • Aceituna

Pondremos mucho hielo en el vaso mezclador y verteremos un chorro de Vermut seco, personalmente recomiendo Noilly Prat.

Removeremos hasta enfriar bien el vaso con el vermut y luego descartaremos el vermut, pues solo queremos lo que queda impregnado en los hielos.

Sobre estos hielos ponemos la ginebra y removemos bien, se tiene que enfriar mucho y diluir el cóctel la cantidad justa. Es complicado encontrar ese punto, a mí me costó años, pero de eso de trata, de probar, ir probando hasta estar en el punto exacto de gin, vermut, temperatura, dilución... equilibrio, en eso se resume todo.

Al acabar lo servimos en una copa martini con una aceituna dentro y aromatizamos con piel de limón, pero no recomiendo poner la piel dentro del cóctel, solo usarla para el aroma.

Como consejo os puedo decir que si metéis la ginebra en el congelador y el vermut en la nevera no os vais a equivocar.

Simplemente, acabar contándoles que ahora mismo me voy a preparar un buen dry, y voy a disfrutarlo brindando por Martina, y por lo afortunado que soy por formar parte de su vida.

Gracias infinitas a Jara y Félix por permitírmelo y mi más sincera enhorabuena por la belleza que han traído al mundo.