La Noche de Campeones de Pasapalabra era uno de esos fenómentos televisivos que los fieles al concurso de Antena 3 esperaban con ganas. Desde que a finales del año pasado se anunciara una serie de emisiones especiales con cuatro de los grandes concursantes que ha tenido el programa, el interés y la expectación se disparó. Finalmente fueron tres sábados consecutivos las fechas escogidas para este inédito duelo.

La primera semifinal se disputó el día de Reyes tuvo como vencedor a Orestes Barbero frente a Javier Dávila, donde el burgalés se llevó El Rosco en un desenlace lleno de tensión donde el salmantino estuvo cerca de remontar sus 23 aciertos. En la segunda semifinal, Luis de Lama se impuso a Pablo Díaz, otro de los concursantes más queridos por la audiencia, tras otro emocionante enfrentamiento marcado por un error inicial de Díaz.

Así las cosas, el sábado 20 se disputó la gran final entre Orestes y Luis de Lama que se convirtió en el programa más visto de la televisión española en su franja con el 14,2 % del share.

Un gran campeón con un noble gesto

Era el primer enfrentamiento entre los dos concursantes en Pasapalabra y el duelo no defraudó. El burgalés y el madrileño terminaron El Rosco empatados a 22 aciertos y un fallo y terminaron abocados a una ronda de muerte súbita, una suerte de penaltis al fallo donde ambos respondían una pregunta de la misma letra.

Al final, la suerte cayó del lado de Orestes en la R. Luis falló con "Rocalla" en lugar de "Rocadero", mientras que Orestes acertó "Rinrán". El confeti que cayó sobre el plató de Pasapalabra dio paso al momento de gloria -aunque contenido- del burgalés que antecedió a un noble gesto por su parte.

Orestes sorprendió a todos, incluido al propio Luis, cuando le ofreció compartir el premio con él. “Ha sido un empate completamente técnico en El Rosco, ha sido un fallo tonto de cada uno y, luego, un acierto sacado a la virulé, ha sido épico y esta manera de resolverlo es más accidental que real”, ha afirmado, haciendo un análisis de lo ocurrido.

Y en gesto absolutamente sorprendente, Orestes le propuso a su rival repartirse los 25.000 euros: “Este dinero ahora técnicamente es mío pero únicamente por mera regla, no por la justicia y el mérito, que en este caso ha sido exactamente el mismo. Me voy de aquí más feliz si lo repartimos”, aseguró.

¿Aceptó?

Roberto Leal pidió a los participantes que hablaran sobre el tema fuera de cámaras, por lo que la audiencia se quedó con la duda de cómo se resolvió la disyuntiva.

Y fue a través de redes sociales la manera en que el público conoció la respuesta:"Finalmente no acepté la oferta de compartir el premio, era suyo, lo ganó como Dios manda y es lo justo", comenta.