Con 200 programas recién superados, Moisés -el querido concursante de 'Pasapalabra'- ha dejado a toda la audiencia sin palabras tras la última entrega. Haciendo alarde de un desempeño poco visto hasta la fecha, el riojano ha dado una batalla definitiva contra su rival en la famosa prueba de 'El Rosco' que, actualmente, está premiada con más de 1,6 millones de euros.

Aunque el enfrentamiento estaba muy ajustado desde el principio, los dos aspirantes consiguieron mantenerse a un ritmo similar durante todo el programa. No obstante, todo cambio cuando llegó el punto de inflexión donde la balanza debía decantarse en una u otra dirección: y es que el riojano consiguió encadenar 22 aciertos aproximandose peligrosamente a la victoria mientras Óscar arriesgaba todo presionado por el miedo a perder.

La letra 'Q' dio pie al momento cumbre del programa, cuando Óscar apostó por la palabra "roque", pero descubrió finalmente que la respuesta roqueta era "roqueta": un error que casi le cuesta la permanencia en la carrera hacia el bote al madrileño, que quedó al borde de la eliminación.

Moisés habla de su baja

En medio del momento de tensión, Moisés encontró el momento para contar una divertida anécdota sobre su infancia, cuando recordó que s u padre intentaba enseñarle a hacer volteretas de pequeño, pero que terminó torciéndose el cuello y quedándose de baja laboral una semana.

Gracias a la intervención de Moisés se consiguió aliviar la tensión que imperaba durante todo el programa y volver al clima distendido que lo caracteriza.

A pesar del gran bache de Óscar, consiguió apretar y firmar un empate evitando volver a enfrentarse a la Silla Azul: la prueba más temida de todo 'Pasapalabra'.