En el British Medical Jorunal (BMJ 324), publicación médica inglesa, se recogen 26 estudios acerca de programas destinados a evitar los embarazos prematuros en adolescentes. Los estudios procedían de EEUU, Australia, Nueva Zelanda y Europa Occidental, afirmando que los programas que aplicaban medios artificiales no eran muy exiguos y que únicamente reducían el índice de embarazos cuando se utilizaban programas con medidas formativas, es decir, educación sexual en los colegios, conferencias para padres y la abstinencia sexual, esta última recomendada también en uno de los últimos informes anuales de la Organización Mundial de la Salud. En el siglo XXI, la era de la información, se gastan millones de euros en campañas engañosas proclives a la promiscuidad del adolescente en vez de orientar las relaciones sexuales hacia el orden natural del amor y del compromiso sincero. Tomar como un juego el don de la vida es un riesgo peligroso que deforma el verdadero sentido de la existencia humana, beneficiando exclusivamente a los laboratorios, a las clínicas abortistas y a ciertos medios de comunicación, sin tener en cuenta las consecuencias posteriores. Las pastillas no lo solucionan todo. La mejor prevención es la educación. -- Vicente Franco. (Zaragoza) C