EL PERIODICO les ha informado sobre el caso del cabezo de la Cruz, en término de La Muela pero a orillas del río Huerva, donde se instalaron hace más de 25 siglos gentes de la Primera Edad del Hierro. Ayer visité el yacimiento y, aunque continúan los trabajos arqueológicos, es evidente que los responsables de la construcción de la autovía piensan llevarse por delante el poblado, pues haciendo caso omiso a todas las denuncias (algunas están en el juzgado) el Ministerio de Fomento sigue adelante con su erróneo plan previsto. Y eso que la solución es fácil y muy barata; consiste en desplazar la autovía un par de centenares de metros y pasarla por detrás del yacimiento, salvaguardando así este importante enclave protohistórico. Pero me temo que en tres o cuatro meses el poblado hallstáttico desaparecerá engullido por la barbarie disfrazada de progreso. Claro que entre tanto la nueva consejera de Cultura seguirá encantada de haberse conocido, sin mover un solo dedo para evitar, como es su obligación, que una parte del patrimonio histórico aragonés desaparezca para siempre.

¿Recuerdan ustedes la que se montó cuando los talibán afganos volaron las esculturas de Buda en Bamiyán? Pues por aquí han aparecido nuevos talibán dispuestos a seguir destruyendo nuestro patrimonio; y de éstos conocemos sus nombres y sus rostros: el ministro de Fomento, la consejera de Cultura y algunos insensibles ingenieros que desprecian cuanto ignoran.

Dentro de poco, como en Galicia, a lo mejor hasta les entregan la medalla de Aragón.

*Profesor de Universidad y escritor