La moda ésta de que pagar impuestos es un robo, la verdad es que ya es vieja: se la inventó la nobleza francesa cuando, ante la ruina económica del Antiguo Régimen de sus Borbones, algún pensador propuso que a lo mejor las cuentas daban más de sí si quienes más tenían pagaban algo. Menuda reacción, que hasta protagonizaron una "reacción", que son las revoluciones de los ricos, y consiguieron seguir pagando cero, hasta que una guillotina empezó a poner las cosas en su sitio.

Hoy sigue siendo moderno prometer bajar impuestos. Hasta el nombre da repelús: "impuestos", cuando no son sino contribuciones de quienes más tienen a quienes menos, redistribución, en suma, de la riqueza, porque es mejor que todos tengamos lo suficiente para vivir, para desarrollarnos como personas, como animales racionales que nos proclamamos.

Lenguaje viejo, pues, temblar ante los impuestos, cuando de ellos sale la educación, la salud, las pensiones, las viviendas accesibles, las becas. --José María Ballestín Miguel. (Zaragoza)M