La Maison de la France es una fábrica de ideas para promocionar Francia desde todos los puntos, parajes y rincones: ya sean los ríos, los castillos que constituyen una ruta de mucho tronío, los colores que pintó Monet, y hasta los apretados fines de semana en casas de campo donde se afanan en cursos intensivos sobre la elaboración de los patés. Cualquier recurso sirve cuando se tiene como objetivo consolidar el puesto de Francia como primer destino turístico del mundo. Si la Maison sabe vender Francia es porque los franceses son muy receptivos a esos detalles que conforman la cultura y el arte del buen vivir.

Es imperdonable, por tanto, que quienes tienen como misión promocionar Zaragoza y el gran acontecimiento en el que los ciudadanos hemos puesto todas nuestras energías hayan ignorado la presencia de cientos de periodistas franceses en la ciudad durante unas horas. ¿Ha valorado alguien la repercusión que la Expo de Zaragoza habría tenido el próximo fin de semana en los medios de comunicación franceses si a los periodistas se les hubiera entregado alguna información sobre el proyecto? ¿Han calculado la trascendencia que habría tenido en la prensa y la TV francesas la recreación virtual sobre el patrimonio hidráulico que tiene Zaragoza? ¿Tiene sentido que la ciudad no se pueda promocionar a través de La Seo, rehabilitada con dinero público? ¿No tendría que dar el Arzobispado alguna explicación sobre el portazo dado a la prensa? Por cierto, debería empezar por aclarar qué hace con los cinco euros que cobra por la visita cuando tiene a bien abrir las puertas.