Las últimas horas han resultado especialmente dramáticas en cuanto a accidentes de tráfico. En unas fechas en las que se multiplican los desplazamientos, todo llamamiento a la prudencia en la carretera es poco, pues las estadísticas apuntan a errores de conducción, a despistes y a excesos de velocidad como causas fundamentales de los percances. Sin entrar a valorar otros factores que lógicamente inciden, como la peligrosidad de vías aragonesas que necesitan mejoras urgentes. No por conocida, la abultada cifra de muertes en Aragón --178 en lo que va de año-- es menos escandalosa, por lo que debe hacernos reflexionar.