Existen aprececiaciones subjetivas, a veces intencionadas, cargadas de severidad por quien firma el escrito. Esta semana es el caso de Francisco Peña, que carga contra el ayuntamiento por las cuestiones polémicas recientes: Seminario, ferial... Olvida el lector que el desaguisado del edificio religioso es un asunto que deben llevar a sus espaldas, como mínimo al 50%, el actual equipo de gobierno, por no controlar mejor las obras, y el anterior, por quedarse a precio de palacio de granito un edificio levantado casi sin cemento. Lo contrario es obviar deliberadamente una parte de la realidad.