Más de 86 años tiene la tubería que se reventó el viernes pasado en la plaza de Paraíso provocando un enorme caos de tráfico en una tarde en la que media ciudad estaba en la calle haciendo compras navideñas. La tubería afectada constituye uno de los dos grandes ejes de la red de distribución de la ciudad, ya que acarrea hasta la margen izquierda del Ebro el agua de los depósitos de Casablanca. Y, sin embargo, pese a su estratégica importancia, es una de las más viejas de Zaragoza ya que la operación renove que vive el subsuelo de la ciudad desde los años noventa aún no le ha llegado. Después del impresionante reventón que se produjo en junio pasado a muy pocos metros, parece obligado empezar a remover las entrañas del centro de la ciudad y sustituir el antiguo entramado de la red de tuberías para evitar, cuando menos, situaciones tan caóticas como la vivida el viernes, que afectó a miles y miles de ciudadanos y atrapó a 90.000 coches.