Usamos a menudo símiles zoomórficos para caricaturizar a la fauna política, pero cuando un político rebaja a otro al mundo animal, poniéndolo a cuatro patas, es que la jauría arde. Y eso que perro no come perro.

El ejemplo más reciente de bestialismo político lo ha protagonizado el teniente de alcalde de Economía del ayuntamiento zaragozano, Francisco Catalá, al llamar "rata" a Sebastián Contín, concejal de la oposición. "Contín es la rata que utiliza Luisa Fernanda Rudi para escarbar en la basura", sostuvo Catalá hace unas pocas mañanas, después de desayunar lengua de tigre. No hay precedentes metafóricos en el mundo mustélido o roedor, aunque sí en el vegetal: el también socialista Antonio Piazuelo llamó "membrillo" a otro cargo conservador.

Sin negar su condición de roedor, desde la oposición, del siempre duro hueso del poder, el joven y sobradamente preparado concejal popular Contín no dejó de celebrar que el teniente de alcalde Catalá, al sobreentender que hay roña bajo las alfombras del poder, cayese en una autotrampa mientras buscaba quién le había robado su queso.

El de Belloch, bien curado, hasta ahora, presenta agujeros, como el gruyere, y de ahí que el PP piense que ese suflé, el de la Expo, el de la Zaragoza posmoderna, debidamente horadado con la tuneladora de la crisis se venga electoralmente abajo. De ahí, también, que el PSOE haya recomendado a su alcalde estelar que se quite los guantes, para mejor cazar ratones, y al otro gatazo de Angora, al del Pignatelli, que no se aleje del hogar, o acabarán alcobas y alfombras invadidas por especies invasoras.

Contín, mas que ratón de hemerotecas o de archivos, será el concejal o diputado Contini cuando sus destinos, que los tendrá, le lleven por Europa, pero, a diferencia del nuevo defensa del Real Zaragoza, su objetivo no consistirá en evitar goles, sino en anotarlos. Puede que a Catalá, férreo defensa de Belloch, le haya marcado alguno.

Corre el riesgo Contín, como otros jóvenes del PP que fueron también concejales, de fenecer bajo el rudillo, pero tiene patronos, talento, y sobrevivirá. Olvidando que en su partido otros malditos roedores dentellean el Ministerio de Cultura, ha propuesto unas Noches Blancas para superar nostalgias del PP, temporadas de zarzuela, mítines de Norma Duval. Demostrando así que, además --al sentir de Catalá--, de dientes afilados, tiene imaginación y vida nocturna.

Escritor y periodista