El secretario de Estado de Infraestructuras --número 2 del Ministerio de Fomento-- y número 2 del PSOE aragonés, Víctor Morlán, tuvo ayer un papelón en su provincia, en Huesca. Inauguró un tramo --incompleto-- de la autovía a Lérida justo cuando buena parte de Aragón reprocha a su departamento que se paralicen obras que están a punto de terminarse. Aunque se supone que la procesión irá por dentro, se le vio aplaudiendo una actuación de Fomento que, aunque sea bienvenida, contrasta con todo lo que va a dejar por hacer. Ni la inseguridad de dejar obras inconclusas, ni los reproches de colectivos, empresarios, partidos... Parece que el hecho de tener un alto cargo en Madrid no le sirve a Aragón para esto. O al menos, eso vino a decir el delegado del Gobierno: si le toca a Aragón, será porque hay mucha inversión. ¡Qué mala suerte!