Los creadores lo manifiestan, esto no mejora, aunque a todos no les va por igual o, al menos, no reciben las mismas ayudas o subvenciones. Veamos el cine por ejemplo, esta industria hoy por hoy, en términos económicos, no es rentable. Según la Academia del Cine tan solo tres de cada diez películas españolas lo son, el resto son producciones para cazar subvenciones. Comparándolo con el resto, este sector, estaría mejor atendido que los escritores y los artistas visuales. Desde la asociación de escritores aragoneses, se lamentan de la falta de ayudas y así es, pero tienen algunas, incluso se organizan ferias para proporcionar ventas de libros. Con los artistas visuales la carencia es total, más aún, para exponer en los espacios municipales o en la UNED, por ejemplo, se da la condición del copago con una obra, una práctica de hace 30 años; en algún momento se cambió por adquisición, como fue el caso del Ayuntamiento de Zaragoza, pero ahora nos vemos en una tesitura difícil de asumir. Tampoco se organizan ferias de arte, y con el IVA al 21 % los escasos coleccionistas están en estado retráctil, aún así, nuestro colectivo es generoso donando obras para fines benéficos o con proyectos educativos desde el Colectivo de Artistas Aragoneses Visuales (CAAV) para dar a conocer el arte contemporáneo aragonés en las aulas. El pasado sábado, el CAAV, junto con un amplio sector representativo de la cultura aragonesa, se manifestó en el IAAC Pablo Serrano con una acción reivindicativa que se podría resumir en uno de los textos mostrados por Josefina Aldecoa: educad a los niños. Educadlos en la tolerancia, en la solidaridad. Transmitidles lo más importante que tenemos: la herencia cultural.

Pintora y profesora