Aunque en teoría está dirigido particularmente a los miembros de las Fuerzas Armadas, el interés del discurso que el Rey pronuncia el 6 de enero con motivo de la Pascua Militar trasciende el estricto ámbito castrense. Pero la tensión por el proceso soberanista catalán confería esta vez cierta expectación a las palabras del Rey. Pero el jefe del Estado se limitó a ensalzar a los militares por su esfuerzo para amoldarse a unas restricciones de los presupuestos públicos que sufren el conjunto de los ciudadanos españoles. Es decir, su discurso fue el que se esperaba. Posiblemente, lo que más llamó la atención fue el hecho de que andara dificultosamente y que tuviera algunos problemas para leer su discurso. Juan Carlos tiene 76 años y en su discurso de Nochebuena anunció su "determinación de continuar en el desempeño fiel" de sus competencias, lo que a priori descarta una hipotética cesión de derechos en el príncipe Felipe. En esta tesitura, solo cabe desear que la recuperación de sus dolencias sea lo más rápida posible, no solo por la salud del propio Monarca sino de la Monarquía.