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el Sapo

Unos finiquitos que son un insulto

Parece más que justo que el Tribunal Superior de Justicia de Aragón haya revocado un fallo por el que se autorizaba una indemnización de 300.000 euros a un exalto cargo de Avalia (sociedad pública), Antonio Buen, que había recibido un salario de más de 100.000 euros anuales. Semejantes finiquitos (no es funcionario) son un insulto en estos tiempos. Y si los gobiernos no son capaces de poner coto a estos sueldos, esa Administración que no tiene rubor en aplicar la nefasta reforma laboral a los trabajadores, bien está que la Justicia corrija estos desmanes que no deberían ser ni de otros tiempos.

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