El Ministerio de Sanidad y trece comunidades autónomas comprarán de forma centralizada la vacunas de la gripe para el invierno que viene, lo que supondrá un ahorro de 5,2 millones de euros. La decisión es magnífica, pues redunda en la racionalización del dinero público destinado a servicios esenciales, como es la salud pública. Ahora bien, la ministra Ana Mato podría haber acelerado esta medida porque ha tardado casi tres años (desde que el PP accedió a la Moncloa y a muchos gobiernos regionales) para llegar a este acuerdo. La velocidad en la toma de decisiones también es un fórmula de ahorro.