Síguenos en redes sociales:

Por si acaso

Por si acaso, ya se han agotado las mascarillas en la mayoría de las farmacias españolas. Por si acaso, yo me lavo las manos más de lo que me las había lavado en la vida. Por si acaso, una amiga ha cogido el coche y se ha hecho casi del tirón el viaje Zaragoza-Turín para recoger a su hijo, que está allí de Erasmus. Y yo, como madre, la he entendido.

Las encuestas a pie de calle dicen que los españoles estamos poco o nada preocupados por el coronavirus, pero eso es porque los casos en nuestro país son, de momento, muy escasos. Ya veremos si pasa en España lo que en Italia (¿y por qué no iba a pasar?), y la gente se lanza en tromba a los supermercados a comprar de todo para resistir un asedio. Vale que el virus mata, mayoritariamente, a las personas muy mayores y con patología previa (que lo decimos como si eso fuera estupendo, pero mis dos padres viven, por fortuna, y ya tienen una edad, y cada vez que oigo decir que solo mueren los ancianos no me hace ninguna gracia).

Pero ya les digo: por si acaso, cada vez que voy en autobús, y veo a alguien toser sin taparse la boca, o hacerlo y poner la mano en una de las barras, me pongo paranoica. Que es como una gripe leve, pues vale. Que a priori estoy sana y no entro en los grupos de riesgo, pues muy bien.

Pero que los que hemos visto mucho cine de catástrofes, y nos encantaban las primeras temporadas de 'The walking dead', tenemos un puntito de desconfianza con este virus. Porque todo lo que va diciendo la Organización Mundial de la Salud se ve superado por la realidad cada 24 horas. Lo último, de anoche, es que el virus va a llegar a todas partes, que estemos preparados. Pues por si acaso, yo prefiero no pillarlo, gracias.

*Periodista

Pulsa para ver más contenido para ti