La crónica del FC Barcelona-Real Sociedad: el Barça se da un festín en La Romareda

El FC Barcelona arrolló sin piedad a la Real Sociedad en la final de la Copa de la Reina y levantó por décima vez este título en La Romareda. Desde el minuto 5 las culés mandaron en el marcador, y se fueron al descanso con un 5-0 a favor, por lo que poco o nada pudo hacer la Real Sociedad para evitar esta goleada blaugrana. Tras quitarse esta piedra del camino sin despeinarse, el FC Barcelona afronta en tan solo una semana la final de la Champions ante el Olympique de Lyon, en un partido que se espera sea más igualado.

El Barça salió al ataque, a dominar, siendo consciente de su superioridad sobre las txuri-urdin. No tuvieron que esperar demasiado para demostrarlo y comenzar la fiesta culé en el feudo zaragocista. El primero llegó de los pies de Ona Batlle en el minuto 5, tras una buena arrancada por la banda, aprovechando un rechace de la defensa de la Real Sociedad, aunque hubo que esperar a la resolución del VAR para que el gol subiera al marcador. Después de este momento, no volvió a haber un atisbo de igualdad en el partido. El Barça controló a su antojo el balón, haciendo suyo el césped de La Romareda. 

Además, Salma estuvo muy enchufada desde el principio del encuentro, y no tardó en encontrar su soñado gol en casa. Llegó de cabeza en el minuto 13, tras un centro de Mariona.

La Real Sociedad se mostró totalmente indefensa ante el arranque arrasador del Barcelona, y seis minutos más tarde, en el 19, Caroline Graham, consiguió el tercero. En apenas 20 minutos, las culés sentenciaron la final, aunque no dejaron de pisar el acelerador a fondo y al tercero le siguió el 4-0, de nuevo de Graham y el 5-0, con doblete de Ona Batlle. Así el partido se fue al descanso, probablemente con el nombre de la campeona ya grabado en la base del título de Copa.

En imágenes | Final de la Copa de la Reina entre Barcelona y Real Sociedad en Zaragoza

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La segunda parte fue una extensión de la primera, con un FC Barcelona al que no le dio miedo terminar de rematar a su víctima. A los dos minutos de empezar, en el 47, Mariona consiguió abrir su cuenta personal gracias a una asistencia de Salma Paralluelo, consiguiendo redondear su gol. A este le siguió el 7-0 de Pina y el 8-0 de Mariona tras un fallo de la defensa blanquiazul.

Para este punto del encuentro, la Real ni sentía ni padecía, viéndose superada por un Barça que hace tiempo que parece que juegue en otra Liga. Las txuri-urdin solo lograron generar cierto “peligro” con algún disparo muy por encima de la portería de Sandra Paños, quien probablemente vivió uno de los partidos más plácidos de su carrera.

Por el contrario, a la afición de la Real Sociedad no le condicionó el resultado, ya que no se cansó de animar y alentar a su equipo, con sus bufandas al viento, siguiendo las olas a la afición culé y entonando el repertorio completo de cánticos de su equipo. Esto, unido a que el Barça dejó de apretar tras el octavo, dio margen a algún ataque más de las vascas, que buscaron constantemente el gol del honor para dar una pequeña alegría a todos sus aficionados, pero finalmente se fueron con las manos vacías.

A pesar del resultado y de la imagen de ambos equipos, el ambiente durante todo el encuentro fue impecable por parte de ambas aficiones, dando una auténtica lección de como vivir un partido de esta magnitud.

Aparte del buen ánimo de la afición txuri-urdin en los minutos finales del partido, la afición blaugrana, claramente impulsada por lo visto en el campo, también se dejó el alma animando a su equipo, pero sobre todo, a todas y cada unas de las jugadoras en cualquier acción y sustitución.

Una de las imágenes de la tarde tuvo lugar en el momento en el que las jugadoras del Barça se disponían a levantar la Copa. Aunque la capitana culé es Alexia Putellas, en este caso, tras recoger el trofeo de las manos de la reina Letizia, y bajar a la carrera para alzar el título al cielo de Zaragoza junto a sus compañeras, dejó que Sandra Paños fuera la encargada de levantar la Copa, consiguiendo el que puede ser, a expensas de lo que pase en la Champions, su último título como azulgrana.